La historia de Corchito, el perro que hace compañía a los clientes de un bar en Chivilcoy

Fue abandonado por sus dueños y llegó al restaurante hace cuatro años en busca de refugio y comida. Hoy en día el establecimiento se convirtió en su hogar y disfruta de pasar tiempo con cada una de las personas que se acercan a comer o tomar un café.

30-11--1 - Por Primera Página

perfil.com

Visitar el restobar Dickens, ubicado en la ciudad de Chivilcoy, provincia de Buenos Aires, significa también conocer a Corchito, un perro que se convirtió en uno de los habitués del lugar y que disfruta de hacerle compañía a los clientes que se acercan al establecimiento.

Corchito era un perro callejero que había sido abandonado por sus dueños. Sin embargo, su situación cambió rotundamente hace cuatro años cuando se acercó al lugar ubicado en la esquina de Av. Las Heras y Sarmiento y fue recibido con las puertas abiertas por la dueña y los trabajadores del restaurante.

"Vino hace cuatro años y no se fue más. Tiene la libreta sanitaria al día y les hace compañía a los clientes. Es muy llamativo porque se acerca a las mesas donde hay personas solas", relató Camila, la dueña del establecimiento, en diálogo con Todo Noticias (TN).

Corchito

Actualmente, Corchito pasa sus días entre los clientes del restobar, ya sea con aquellos que lo conocen y vuelven a visitarlo como también con aquellos que visitan el lugar por primera vez y se sorprenden al ver al simpático compañero de café, el cual no duda en acercarse y acomodarse junto a quienes se encuentren solos.

De todas formas, más allá de la compañía de la clientela, el can no suele pasar mucho tiempo solo ya que en el lugar no dudan en abrirle las puertas a cualquier animal callejero que se acerque en busca de refugio y afecto. "Ellos sólo saben dar amor, ¿por qué no devolverles un poquito de todo lo que nos brindan?", expresaron en redes sociales.

"No se molesten por la cantidad de perros callejeros que pueda haber en el interior del restaurante. Somos un lugar apto para mascotas y damos agua, comida y mucho amor a estos dulces ángeles. Lo siento si es difícil, pero no están haciendo nada malo, solo vienen a buscar comida y refugio", relata el cartel que la dueña colgó en la entrada del establecimiento gastronómico para así advertir de la presencia de animales y evitar la molestia de los clientes.

A su vez, el restaurante también recibe sin ningún problema a todos aquellos animales que quieran acercarse junto a sus dueños y visitar a "la mascota del bar". Hasta ahora Corchito ha recibido la visita de otros perritos y hasta de una cotorra argentina.