Los humanos tomamos cientos de miles de decisiones a lo largo de nuestra vida, desde acciones cotidianas mínimas como qué desayunar o cómo vestirnos, hasta grandes pasos que da un nuevo rumbo a nuestra vida: un nuevo trabajo, una mudanza, empezar una relación amorosa o terminarla.
En esas grandes decisiones es difícil saber cuánto tiempo más seguir buscando o explorando y cuándo finalmente elegir. Varios expertos coinciden en que las matemáticas pueden dar un buena respuesta y ser de gran ayuda sin importar si la decisión es económica, amorosa o laboral. La respuesta es aplicar la regla del 37%.
La regla del 37% está basada en la teoría matemática de la “parada óptima o parada temprana”, un concepto divulgado por la doctora británica Hannah Fry. Esta teoría ayuda a resolver el dilema de cuándo realizar una acción particular con el fin maximizar la recompensa esperada o minimizar los costos estimados.
Fry es autora del libro Las Matemáticas del Amor. Su teoría puede aplicarse a las relaciones afectivas al dar herramientas para saber cuándo se presenta esa oportunidad amorosa que puede ser única en la vida o cuándo dejarla escapar. Según la especialista británica, la teoría de la “parada óptima” no solo sirve para el campo del amor, la regla es útil también para distintas áreas, ya sea economía, finanzas o hasta para encontrar la casa adecuada.
La regla se basa en que, si se debe tomar una decisión entre 100 opciones diferentes, se debe explorar, probar y descartar las primeras 37. La regla del 37% no es algo intuitivo y sin sentido. Es un tiempo invertido en dilucidar qué funciona y qué no. Del 37% rechazado, se elije lo mejor y se mantiene esa información en la mente para seguir adelante.
Si luego del 37%, aparece una opción que supera ese estándar de referencia, ésa será la elección correcta para obtener el mejor resultado final.
“Si desea tener las mejores probabilidades de conseguir el mejor apartamento o casa, dedique el 37 % de su búsqueda (11 días, si se ha dado un mes para la operación inmobiliaria) a explorar opciones sin comprometerse. Pero después de ese punto, prepárese para comprometerte de inmediato, con depósito y todo, en el primer lugar que veas que supera todo lo que ya has visto. Esto no es simplemente una decisión intuitiva. Es la solución probablemente óptima”, escribió Brian Christian en su libro Algoritmos para vivir: la informática de las decisiones humanas, según explica un artículo publicado en Big Thing.
Sin embargo, pese a sus beneficios, esta regla sólo maximiza las posibilidades. Muchos objetarán que en el primer tercio de búsqueda de un trabajo, casa o pareja, puede aparecer el mejor candidato posible y la regla del 37% lo dejaría ir.
El problema es que el mundo de las relaciones interpersonales es difícil de poner números. Las probabilidades y la teoría de juegos hacen cosas divertidas cuando ingresas las variables inestables y confusas que intervienen en el comportamiento humano.
Por eso, en psicología y economía, existe lo que se conoce como la compensación explorar/decidir, esto abre la posibilidad de saber si se debe optar por una ganancia garantizada o arriesgarse por un resultado desconocido. El grado en que alguien explorará o no dependerá de una serie de factores, y se relaciona con la curiosidad, la búsqueda y la tolerancia de los riesgos.
Para resumir, la fórmula del 37% ha demostrado maximizar las posibilidades de elegir lo mejor de una serie desconocida, ya sea que se esté evaluando a otras personas importantes, apartamentos, candidatos para un trabajo o un vestido para una fiesta.
Se trata de investigar y calibrar expectativas. Sirve para aprender lo que hace que algo sea bueno o malo, y lo uno quiere obtener de la decisión. Sin embargo, la regla del 37% no es perfecta y puede fallar. Pero es un punto de partida matemáticamente seguro y más útil que decidir al azar.