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El ex presidente Mauricio Macri aseguró el domingo que el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner fue realizado "por un grupo de loquitos" y dijo que "no está orquestado políticamente", por lo que desde el oficialismo salieron a responderle: "Me parece prematuro y llamativo que algunos dirigentes políticos ya empezaron a decir que no los hubo”, cruzó el senador Oscar Parrilli.
En una entrevista con Luis Majul, el ex presidente comparó ayer el ataque a la vicepresidenta con un arma cargada en su cabeza con un hecho de agosto de 2016, cuando tanto él como la ex gobernadora María Eugenia Vidal debieron retirarse del barrio Belisario Roldán de Mar del Plata, frente a una movilización en su rechazo en la que aseguró que volaron piedrazos contra el auto que los transportaba.
Por lo que he visto y leído esto no es el atentado que tuvimos con María Eugenia en Mar del Plata, que nos podían haber matado; las piedras que tiraban esos más de cientos de personas que fueron movilizadas al lugar para agredirnos. O en Traful me pasó tiempo después con los de ATE, socios de este gobierno; esas eran movilizaciones políticas para agredir, que bueno no pasó nada (Mauricio Macri)
Frente a ello, el senador nacional y aliado de la vicepresidenta consideró esta mañana que “todos los argentinos queremos saber si hubo actores intelectuales y que la Justicia vaya a fondo con esto. No digo que los hay, no lo puedo asegurar, pero la justicia tiene la obligación de investigarlo”.
En esa línea, Oscar Parrilli remarcó que “primero se negó que fuese un atentado pero ahora están claros los hechos materiales de esto, que puso en riesgo no solo la vida de la expresidenta sino el pacto democrático que construimos las fuerzas políticas desde el ´83 con la vuelta de la democracia”.
Por su parte, el interventor de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, señaló este lunes que “hay que investigar la potencial vinculación entre los autores efectivos del hecho y Revolución Federal donde se cruzan cuestiones políticas”.
La AFI sacó a la luz los diálogos que mantenían en la red social Twitter Space el fundador de Revolución Federal, Jonathan Morel, y Franco Castelli, un soldado voluntario de Santa Cruz que fue separado del Ejército, en los que manifestaban la voluntad de asesinar a Cristina Fernández y a Máximo Kirchner.
“Lo que nos sorprendió de esos audios es que Morel relata una semana antes lo que luego terminó haciendo Sabag Montiel”, expresó Agustín Rossi en declaraciones radiales y contó que presentaron una denuncia contra esa organización política. “En la denuncia le hacemos saber a la Justicia que tenga conocimiento de lo que decían esos audios y de la cantidad de delitos que hay ahí y que debieran ser analizados”, indicó.
Luego de que Fernando Sabag Montiel fuera apresado por la militancia tras haber intentado asesinar a la vicepresidenta, y con el rápido avance de la investigación sobre el círculo más próximo, las dudas que restan despejarse es sobre los posibles autores intelectuales del atentado, como sus presuntos financiadores.
Al respecto, uno de los indicios que deberá explicar la Justicia es la revelación que realizó el propio Jonathan Morel en una entrevista con el periodista Nicolás Baintrub, en la que tiempo antes del atentado a Cristina Kirchner le aseguró que él había realizado trabajos en su carpintería para "el grupo Caputo".
Según el fundador de Revolución Federal -la agrupación que llevó una guillotina a Plaza de Mayo y en cuyas marchas participó Brenda Uliarte-, la familia de Nicolás Caputo le dio $1.760.000 a este carpintero de Boulogne que dice haber aprendido el oficio por youtube, para que le arme muebles para un edificio de la provincia de Neuquén.
La vecina de Cristina Kirchner es otra de las incógnitas del caso, en tanto que Ximena de Tezanos Pinto recibió en su departamento -en el piso superior del de la vicepresidenta- a Leonardo Sosa, el otro fundador de Revolución Federal, y a Gastón Guerra, quien golpeó la combi de Sergio Massa cuando ingresaba a Casa Rosada el día de su asunción, y que forma parte de otro grupo radicalizado llamado Nación de Despojados.