La hopocrecía de la Asociación del Fútbol Argentino es una característica más de las muchas y nefastas antivirtudes que ofrece la empresa más grande en facturación de todo el país, disfrazada de ONG, al igual que su clubes integrantes.
Manejados por los intermediarios en mayor medida, y por sus corruptos (en la mayoría de los casos) dirigentes serviles, en una verdadera federación de asociaciones ilícitas, camufladas de asociaciones civiles sin fines de lucro, los clubes argentinos levitan sobre deudas impagables. Son clubes muy pobres con dirigentes muy ricos. Casi todos.
El fútbol argentino es hoy, por lejos, el negocio más redituable en el país. Venta de jugadores a valor dólar en cifras extraordinarias, derechos televisivos, publicitarios y de mechandisin en cifras siderales, venta de entradas, y sigue la lista de ingresos.
El nivel de evasión en el fútbol es altísimo en todo el mundo, como vemos diariamente en juicios a jugadores en Europa (Messi es un clarísimo ejemplo, por evasión en España cuando jugaba en el Barcelona). Si allá que son prolijos es así, imaginate acá.
La AFA es una verdadera "cueva de ladrones" de la que Alí Babá y sus 40 ayudantes escaparían avergonzados. En materia delictiva, el mítico personaje literario no le ata ni los botines a nuestro "Chiqui" Tapia de carne y hueso (y billetes).
La AFA tiene un total de 3588 clubes afiliados, divididos en dos categorías:
1. Clubes directamente afiliados: son 88 instituciones.
2. Clubes indirectamente afiliados: son unas 3500 instituciones, que pertenecen a las ligas regionales, que dependen del Consejo Federal.
Los impulsores de las SAD, con Muricio Macri a la cabeza y Julio Garro como instrumentador central, creen que puede ser una solución salomónica desde la cual luchar contra la mafia de la AFA, que decide sin importale fronteras éticas, quién debe ganar y perder, siempre, a su antojo y a favor de sus propias necesidades.
Y cuando hablamos de ganar o perder, no estamos refiriéndonos a la parte sentimental de los futboleros hinhas de cada club, sino a los enormes negocios sucios que se manejan detrás de los resultados puestos a dedo, sin sentimientos ni pasión, ni fanatismo.
El gol anulado a Gimnasia frente a Sarmiento el año pasado, cobrando una posición adelantada a la salida de un tiro de esquina, cosa que contradice ordinariamente al propio reglamento de AFA, es un clarísimo ejemplo del accionar mafioso de Tapia y sus secuaces.
Para entenderlo, hay que decir que la casa de electrodomésticos juninense "Naldo", es una de las principales aportantes publicitarias de la AFA, que a su vez obtiene pingues ganancias en sus ventas con esta exclusivísima asociación con el Chiqui, que por supuesto debe recibir su cuota parte. En cambio, detrás del Lobo platense no hay ningún socio del mandamás de AFA.
Por último, hay que decir que lo que busca Macri, además de ser parte del nuevo esquema, es en realidad proyectarse para presidir la FIFA, con el trofeo en mano que significa haber domado el potro más salvaje del fútbol global: la Argentina campona del mundo. El ex presidente de Boca y de Argentina entiende que las SAd son el camino ideal para lograrlo.
Tras las afirmaciones del presidente Javier Milei sobre su plan de privatizar los clubes de fútbol, su funcionario Daniel Scioli y Julio Garro (nuevo subsecretario de Deportes de la Nación) han confirmado su apoyo a esta medida, buscando reglamentar las sociedades anónimas deportivas (SAD) en línea con el DNU vigente.
En una declaración conjunta, Scioli, actual secretario de Turismo, Ambiente y Deportes, anunció que trabajan en la estructuración de las SAD, junto con la diputada libertaria Juliana Santilán y el diputado del PRO, Héctor Baldassi, siguiendo los lineamientos del DNU 70/2023.
Milei ha defendido la propuesta de las SAD argumentando que agilizarían la inversión en el fútbol argentino. Según él, estas sociedades permitirían una entrada rápida de capital extranjero, como lo demuestra el interés de grupos árabes en invertir en varios clubes del país.
El PRO también ha respaldado este enfoque, llevando un proyecto de ley al Congreso para legalizar la privatización de los clubes. La diputada Florencia De Sensi presentó una propuesta destinada a modificar la Ley del Deporte, argumentando que muchos clubes se encuentran en dificultades financieras debido a su modelo de gestión actual.
El proyecto propuesto busca cambiar la estructura asociativa de los clubes, promoviendo la inversión privada, la transparencia y el desarrollo de su infraestructura.
Se propone sustituir ciertos artículos de la ley actual para permitir la transformación de los clubes en entidades privadas, con responsabilidad financiera personal para los directivos.
Este impulso hacia la privatización de los clubes de fútbol ha generado un intenso debate en la sociedad argentina, con defensores que argumentan en favor de la modernización y la eficiencia económica, y críticos que temen la pérdida de identidad y la mercantilización del deporte más popular del país.
