Con el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei programado para el 19 de noviembre, han surgido dudas y afirmaciones tendenciosas en torno al "valor" del voto en blanco, especialmente debido a las declaraciones de algunos miembros de Juntos por el Cambio sobre la "neutralidad". Pero, ¿realmente beneficia a uno u otro candidato votar en blanco?

El abogado y experto en derecho constitucional, Federico Ambroggio, desmitificó las afirmaciones y mitos relacionados con el voto en blanco que han circulado en la última semana.

1. “El voto en blanco se cuenta para el primero”: Esta afirmación es FALSA. El voto en blanco "no se agrega ni suma a ningún candidato" y su influencia en el resultado electoral es relativa y se relaciona con cuestiones matemáticas.
2. “El voto en blanco lesiona la vida democrática”: También es FALSA. El voto en blanco es una opción válida en democracia. Un elector tiene el derecho de no elegir si ninguna de las opciones le agrada. Forzar a votar por una opción no deseada sería lo lesivo para la democracia.
3. “En el balotaje, el voto en blanco favorece al candidato que salió primero en las generales”: Para Ambroggio, esta afirmación es DISCUTIBLE y depende de diversas variables matemáticas. Si todos los que no eligieron a Massa o Milei votan en blanco, Massa ganaría. Sin embargo, en escenarios más complejos y dinámicos, en los que intervienen millones de votantes, esta afirmación es difícil de sostener.
4. “Votar en blanco, anular el voto y no ir a votar es lo mismo”: El abogado considera que es DISCUTIBLE en términos de influencia electoral, ya que conducen al mismo resultado. Sin embargo, en términos de legitimación política, siempre es mejor contar con una mayor cantidad de votantes, ya que el sufragio es obligatorio en Argentina, y votar es un deber cívico que promueve la estabilidad y los valores democráticos.

Ambroggio concluye que es falso asumir que el voto en blanco favorece automáticamente a un candidato en todos los escenarios. En última instancia, enfatiza que cada elector debe ejercer su voto según sus propias convicciones y pensando en la defensa de los valores democráticos que han prevalecido durante los últimos 40 años en Argentina.