Orina mortal: abejas con un aguijón pequeño pero mortal
En un hecho trágico ocurrido en Rosario, Fabio Mandingorra (56) falleció tras ser atacado por un enjambre de abejas el sábado. El ataque, que tuvo lugar cerca de las 14:30 horas en el cruce de las avenidas Casiano Casas y Washington, dejó a Mandingorra gravemente herido, provocándole un shock anafiláctico que, a pesar de los esfuerzos médicos, resultó fatal después de cuatro días de agonía en el hospital Eva Perón.
La escena fue desoladora: testigos relataron cómo Mandingorra fue cubierta por un enjambre de más de 150 abejas al orinar cerca de un árbol que albergaba un panal. El ataque fue tan violento que seis personas que intentaron ayudar también fueron picadas, incluyendo vecinos y personal de la Gendarmería Nacional, lo que subraya el peligro potencial de acercarse a estos enjambres.
Este lamentable suceso resalta un problema creciente en muchas zonas del país. Con el aumento de las temperaturas, los enjambres de abejas se multiplican, y con ellos, el riesgo de ataques. En este contexto, el caso de Córdoba, donde otro hombre perdió la vida en febrero por un ataque similar, es un recordatorio de la peligrosidad de este fenómeno.
Afortunadamente, en este tipo de incidentes, existen protocolos de seguridad que pueden prevenir fatalidades. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recomienda a la población no acercarse a los enjambres y contactar con asociaciones de apicultores o servicios de emergencia para su correcta reubicación. Esto es crucial, ya que el calor favorece la formación de estos paneles, lo que aumenta el riesgo de encuentros desafortunados.
Aunque este tipo de incidentes son poco frecuentes, la alerta está más vigente que nunca. Los ciudadanos deben ser conscientes de los peligros que acechan en las ciudades durante la temporada de calor y tomar las precauciones necesarias. La conciencia colectiva sobre cómo actuar en estos casos puede ser la diferencia entre una tragedia y una resolución exitosa del incidente.