Las autoridades del congreso acordaron un aumento del 30% para sus dietas, lo que generó una fuerte polémica en un contexto de alta inflación y pérdida del poder adquisitivo generalizado. La decisión fue firmada por la vicepresidenta Victoria Villarruel y por el titular de la Cámara baja, Martín Menem.

Miguel Ángel Pichetto, uno de los políticos con más recorrido en el Congreso, calificó la medida como “razonable” y aseguró que había “un notorio atraso en el Poder Legislativo”. Sin embargo, la decisión generó críticas por parte de la sociedad, que la ve como un contrasentido en un contexto de crisis económica.

El aumento para los legisladores se suma a un ajuste del 16% y 12% que ya habían recibido los trabajadores del Congreso en el primer bimestre del año. La medida queda por arriba de la media de las paritarias para el mismo período.

Pichetto defendió el aumento al compararlo con los salarios de gerentes de la AFIP, Banco Nación, jueces y camaristas. Sin embargo, no quiso revelar cuánto ganan esos funcionarios.

La decisión del Congreso de aumentarse un 30% en medio de la crisis económica genera un fuerte debate en la sociedad. La medida es vista por muchos como un acto de insensibilidad y una muestra de la falta de empatía de la clase política con la situación que atraviesan los argentinos.