Polémica en París 2024: la controversia en torno a Imane Khelif y el mensaje del novio de Luca Hamori
En las últimas horas, una polémica se desató en torno al boxeo femenino de los Juegos Olímpicos de París 2024, centrada en la participación de la argelina Imane Khelif. La controversia surge a raíz de que Khelif falló pruebas de género el año pasado en una competencia de la Asociación Internacional de Boxeo (AIB), lo que ha generado reacciones encontradas en el ámbito deportivo.
El jueves pasado, Khelif se impuso con contundencia ante la italiana Ángela Carini, lo que la llevó a avanzar a los cuartos de final. Ahora, se prepara para enfrentar a la húngara Luca Hamori este sábado. Sin embargo, el encuentro no comienza de la mejor manera: Istvan Kreko, novio de Hamori y boxeador amateur húngaro, publicó un repudiable mensaje dirigido a Khelif en su cuenta de Instagram.
Kreko compartió un posteo de la modelo estadounidense Carrie Prejean, quien inició una campaña para descalificar a Khelif, sugiriendo que Kreko debería pelear contra ella en lugar de Hamori. “Hey @olympics deberían tener vergüenza de ustedes mismos. Poniendo en riesgo la vida de otra mujer. Tengo una idea... en lugar de tener un hombre agreda a otra mujer mañana, el novio de Luca debería subirse al ring en su lugar. Se hará justicia. Hombre vs. ¡Hombre!”, escribió Prejean junto a una imagen editada en la que se ve a Khelif peleando con Kreko.
El húngaro agregó dos emojis al posteo, uno de manos juntas como pidiendo por favor y otro de una carita con la mano en la frente, insinuando su disposición a subir al ring.
Luca Hamori, la próxima rival de Khelif, es una boxeadora húngara de 23 años que ha llegado a los cuartos de final tras vencer a la irlandesa Grainne Walsh y a la australiana Marissa Williamson. Su enfrentamiento con Khelif promete ser un combate intenso, cargado de emociones y controversias extradeportivas.
La polémica en torno a la participación de Imane Khelif y los comentarios de Istvan Kreko han generado un debate sobre la equidad y la ética en el deporte, sumando una nueva capa de complejidad a los Juegos Olímpicos de París 2024.