Cada vez menos eficaces: un árbitro sin decisiones y un VAR que mira para otro lado perjudica a River
El miércoles, en un despertar tempranero, el mundo del fútbol se sacudió con la revelación del audio del VAR en el tumultuoso encuentro entre Nacional y River. La jugada polémica desencadenó un pandemonio en el campo, con jugadores lanzando golpes en todas direcciones. Como es habitual, la Conmebol ofreció una mirada detrás de escena de la decisión. Incluso en el audio introductorio del video, con una voz en off contextualizando, se insinuaba claramente que se debía expulsar a un jugador, aunque según el reglamento, la decisión final recae siempre en el árbitro, independientemente de las sugerencias del VAR. Un detalle intrigante: cuando Daronco anunció que mantendría una tarjeta amarilla y agregaría otra, no hubo respuesta desde la cabina.
"La disputa me parece fuerte", le indicaron al árbitro Anderson Daronco sobre la falta de Lozano a Aliendro, a quien previamente había mostrado una tarjeta amarilla. También señalaron el golpe de Romero a Paulo Díaz.
"Lo del número cinco no me cierra para tarjeta roja", afirmó el árbitro brasileño sobre el puñetazo que Romero le dio a Paulo Díaz en el rostro, y agregó: "Estoy considerando mantener la amarilla y mostrar otra amarilla al cinco (Romero). Para el cinco (Romero), amarilla para mí y para el catorce (Lozano) mantengo la amarilla".
"Va fuerte pero al balón. Es amarilla para el 14", justificó Daronco la tarjeta para Lozano, argumentando que, a pesar de lanzarse con los dos pies hacia adelante, nunca llegó a impactar plenamente a Aliendro. Respecto al golpe a Paulo Díaz, se escucha que el AVAR Rodrigo D’Alonso hace referencia al incidente, pero el árbitro, tras revisarlo en las imágenes y solicitar ver la acción a velocidad normal en lugar de cámara lenta, determina que la acción no justifica una expulsión. Por lo tanto, procedió a mostrarle la tarjeta amarilla a Romero.
Desde la cabina de televison, Diego Latorre, comento algo sensato por primera vez sobre el empate 2-2 entre Nacional y River. El conjuto dirigido por Demichelis estaba ganando 2-0 al equipo charrua con goles de Borja y Colidio, pero un doblete de Carneiro en 72 segundos impidió su clasificación.
Si el árbitro brasileño Anderson Daronco hubiera expulsado, como correspondía, tanto a Leandro Lozano (por una entrada merecedora de roja a Aliendro) como a Franco Romero (por un puñetazo a Paulo Díaz en la pelea posterior), es muy probable que River hubiera triunfado en el Gran Parque Central contra Nacional de Montevideo.
Esta omisión, de importancia crucial para el desarrollo del partido o incluso para el resultado final, pone de manifiesto las luchas internas del equipo de Martín Demichelis en los últimos tiempos. Este hecho es esencial para entender el empate entre el CARP y el Bolso, que refleja la tendencia de River a flaquear en los partidos más difíciles.