La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados volvió a ser escenario de un violento enfrentamiento entre legisladores, esta vez protagonizado por Fernando Iglesias (PRO) y Mario Manrique (Unión por la Patria). Acusaciones mutuas, insultos y hasta amenazas de violencia física marcaron el desarrollo de la reunión, donde se discutían proyectos de ley que afectan al poder sindical.

Iglesias acusó al sindicato de mecánicos (SMATA) de colaborar con la dictadura militar, lo que generó una fuerte reacción de Manrique, actual secretario adjunto del gremio. La tensión escaló rápidamente, con intercambios de insultos como "maricón", "energúmeno" y "sinvergüenza".

El momento más tenso se produjo cuando Manrique se acercó a Iglesias y, según denunció el legislador del PRO, lo amenazó con "arrancarle la cabeza". Iglesias anunció que presentará una denuncia penal contra su par.

La discusión se centró en los proyectos de ley presentados por el oficialismo, que buscan limitar el poder de los sindicatos. Los legisladores de la oposición denunciaron que estas iniciativas son un ataque a la democracia y a los derechos de los trabajadores, mientras que el oficialismo argumentó que buscan garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en las organizaciones sindicales.

La violencia verbal y las amenazas de violencia física generaron una gran conmoción tanto dentro como fuera del recinto. Expertos en política advirtieron sobre la gravedad de estos hechos y llamaron a la reflexión sobre el clima de polarización que atraviesa el país.

La presidenta de la comisión, Martín Tetaz, intentó en varias oportunidades calmar los ánimos, pero sin éxito. El encuentro terminó en medio de un clima de máxima tensión, con los legisladores intercambiando acusaciones y reproches.

Este nuevo episodio de violencia política pone de manifiesto la profunda grieta que divide a la sociedad argentina y la necesidad de encontrar mecanismos para el diálogo y el consenso.