¿Qué pretende usted de mí?: Vergonzosa condena al diputado "chupa teta"

La vergonzosa sesión de Juan Emilio Ameri en la Cámara de Diputados no solo manchó su carrera política, sino que también destacó la falta de decoro y responsabilidad de algunos representantes. La confirmación de su condena por "perturbación al ejercicio de funciones públicas" es un recordatorio contundente de que la ética y el comportamiento son fundamentales en el servicio público.

02-07-2024 - Por Primera Página

¿Qué pretende usted de mí?: Vergonzosa condena al diputado "chupa teta"

La Cámara Federal de Casación Penal confirmo la condena del ex diputado nacional del Frente de Todos, Juan Emilio Ameri, por el vergonzoso acto de "perturbación al ejercicio de funciones públicas" ocurrido durante una sesión de la Cámara de Diputados en 2020. Aquel infame 24 de septiembre, Ameri fue captado por su propia cámara en plena sesión virtual, dedicándose a besuquear a su novia en lo que debería haber sido un debate serio sobre la Ley de Defensa de los Activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad.

La acción bochornosa no pasó desapercibida para sus colegas diputados, quienes rápidamente interrumpieron la sesión. Sergio Massa, en aquel entonces presidente de la Cámara Baja, solicitó su inmediata suspensión, y horas más tarde, Ameri presentó su renuncia, la cual fue aceptada sin demora.

El fallo reciente de la Sala IV de la Cámara, integrada por Carbajo, Borinsky y Hornos, confirma la sentencia inicial del juez federal Ariel Lijo. Este fallo deja claro que Ameri, en su rol de representante del pueblo argentino, no cumplió con la responsabilidad que su cargo exigía, y su acción fue considerada una perturbación grave al funcionamiento legislativo.

A pesar de intentar justificar su conducta con problemas técnicos, la Justicia no aceptó excusas, recordándole a Ameri que la dignidad del cargo público demanda un comportamiento intachable. La condena, que inicialmente había sido solicitada por el fiscal Taiano a cuatro meses de prisión, fue finalmente reducida a un mes en suspenso por el juez Lijo.

Además de la pena suspendida, Ameri deberá cumplir con restricciones adicionales, como fijar residencia y someterse al control del Patronato de Liberados de la Provincia de Buenos Aires durante los próximos dos años. Esta vergonzosa situación, iniciada por una denuncia del abogado Federico Alejandro Dávila, ha dejado una marca indeleble en la política argentina, recordando la importancia de la conducta ética y profesional en el ejercicio de funciones públicas.