En un panorama donde las relaciones amorosas se vuelven cada vez más diversas y fluidas, surge un nuevo término que describe una realidad compleja: el "toliamor". Acuñado por el conocido columnista sexual Dan Savage, este concepto se refiere a una situación en la que una pareja acepta, de forma tácita, las infidelidades de uno de sus miembros.
A diferencia del poliamor, donde la no monogamia se negocia y se establece de manera abierta, el toliamor implica una tolerancia silenciosa y a menudo desigual. Una de las partes, generalmente la mujer, acepta la infidelidad de su pareja a cambio de mantener la estabilidad de la relación o por temor a las consecuencias sociales.
Existen diversas razones por las cuales las personas se ven inmersas en dinámicas de toliamor:
El toliamor puede tener consecuencias negativas para la salud mental y emocional de la persona que tolera la infidelidad, generando sentimientos de baja autoestima, resentimiento y traición. Además, puede afectar la confianza en la relación y dificultar el desarrollo de relaciones saludables en el futuro.
Es importante distinguir el toliamor de otras formas de relación no monógama, como el poliamor consciente y el "don't ask, don't tell" (DADT). En el poliamor, la no monogamia se negocia y se establece de manera abierta y consensuada. En el DADT, ambas partes aceptan tener relaciones fuera de la pareja, pero evitan hablar al respecto.
El surgimiento del término "toliamor" revela la complejidad de las relaciones humanas y la necesidad de tener conversaciones honestas y abiertas sobre nuestros deseos, necesidades y límites. También pone de manifiesto la importancia de construir relaciones basadas en el respeto mutuo, la confianza y la igualdad.
El toliamor nos recuerda que las relaciones amorosas son complejas y que cada pareja debe encontrar su propio camino. Sin embargo, es importante que estas relaciones se basen en el respeto, la honestidad y la igualdad.