Yamil Peralta: De la adversidad al ring, un ejemplo de perseverancia y sacrificio
En un emotivo testimonio, el boxeador argentino Yamil Peralta ha compartido cómo su vida cambió radicalmente al convertirse en padre, reflexionando sobre lo que quiere dejarle a su hijo.
Lejos de ser solo un atleta, Peralta hoy enfoca sus esfuerzos en ser un mejor ser humano, tanto en el deporte como en su vida diaria. "Mi lucha es mejorarme para que mi hijo vea no solo lo que digo, sino lo que demuestro con el ejemplo", expresa.
La historia de Peralta no es solo la de un boxeador de éxito, sino la de alguien que, en su momento más oscuro, pensó en abandonar todo.
Después de enfrentar lesiones graves y una crisis personal, decidió seguir adelante gracias a un amigo cercano que le recordó su potencial. "Tuve la oportunidad de seguir luchando, y aunque perdí tiempo, ahora no desperdicia ni un segundo", comenta.
El sacrificio también formó parte de su camino, especialmente durante la pandemia, cuando tuvo que buscar trabajo fuera del boxeo. Trabajó como supervisor de poda, un puesto que le permitió entender el valor de lo que hace: "Cuando empecé a trabajar, entendí lo afortunado que soy por poder hacer lo que me gusta", reflexiona.
Para él, cada momento es crucial y, con el apoyo de figuras como el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, se prepara para una nueva pelea por el título mundial, su gran sueño.
Hoy, con 33 años y más maduro, Peralta tiene un mensaje claro para los jóvenes que lo siguen: "Todo sueño se puede cumplir, pero primero hay que ser campeón en la vida. Ser la mejor versión de uno mismo es lo que realmente importa ", concluye, dejando un legado de lucha, sacrificio y esperanza para quienes lo admiran.
Con un camino lleno de altibajos, Peralta es un claro ejemplo de que nunca es tarde para luchar por lo que se quiere, siempre y cuando se mantiene la humildad y el enfoque en lo que realmente importa.