La fila de platenses convocados por las autoridades sanitarias para recibir la primer dosis de la vacuna de AstraZeneca “Covishield” podía observarse desde la avenida 25.
Desde la puerta ubicada en la zona de palcos, los beneficiarios (docentes en su mayoría) accedían a una zona en la que se habían colocado una serie de tres postas sanitarias, que fueron recibiendo a cada persona con una pregunta.
Primero los agentes sanitarios lanzaban el repetido interrogante desde que empezó la pandemia: “¿Tuvo contacto con algún páciente que presentara síntomas de coronavirus?” .
En la segunda posta consultaron a cada persona sobre su propia salud, como por ejemplo: “¿Tiene enfermedades preexistentes que no haya declarado?”, “¿Usted es alérgico”.
Y en la tercera y última era una sala de espera en la que cada aspirante a ser inmunizado confirmaba los datos personales que aparecían en el listado: número de documento, fecha de nacimiento y el resto de la información que fue consignada por cada persona al momento de inscribirse por la web.
Santiago Valdez -un vecino de City Bell que trabaja como docente en varios colegios de la región- comentó su experiencia cuando salía por la puerta de calle 25. “No me hubiese imaginado nunca tanta prolijidad y rapidez. Después de todo lo que pasó con el escándalo de las dosis que se aplicaron por fuera de los listados oficiales, y en un país donde cualquier trámite lleva tanto tiempo, esta mañana me llevé una sorpresa muy grata. En un par de horas recibí la vacuna y el operativo me sorprendió por lo ordenado y ágil”, expresó.
Además, contó que luego de recibir la vacuna “un médico comenzó a brindar una charla que duró aproximadamente media hora”. Y explicó: “Es el tiempo que se necesita para que cada beneficiario permanezca bajo la mirada de profesionales por si presenta alguna reacción a la vacuna”.
“Ese lapso de tiempo que podría haber sido media hora perdida permitió que cada persona hiciera la consulta que quisiera. Una mujer consultó si podía hacer ejercicios, y cosas de ese estilo, nada demasiado complejas pero sobre temas sobre los que mucha gente tenía dudas”
“Mientas me aplicaban la vacuna sentí que vivía un momento muy especial, no quisiera decir histórico para no exagerar, pero se parecía mucho a un desahogo emocional después de tantos meses de pandemia, temores y cierta angustias. Miré a mi alrededor y en forma simultánea estaba aplicando la dosis a unas 20 personas, quedé impresionado, no esperaba nada tan bien organizado y donde uno se pudiese sentir bien tratado, a gusto, respetado y cuidado”, valoró Valdez.
“¿Vino puedo tomar?”, consultó un hombre de unos 50 años que esperaba junto al entrevistado por este medio.
“Un vasito, pero preferentemente no”, respondió con una sonrisa el médico que daba cierre al circuito que debía recorrer cada vacunado. O sea, al final de todo, en la media hora de consultas y respuestas que ya mencionamos.
Este portal también dialogó con una mujer afectada al operativo durante las primeras horas. Contó que “mucha gente aclaraba cosas de lo más risueñas”. Luego mencionó: “Una mujer nos advirtió que tenía una obra social prepaga y nos aclaró enfáticamente , textualmente, que no quería aparecer en la televisión como si fuera una delincuente”.
Otro caso: un docente de Historia que da clases en el marco del Plan Fines 2 pidió un certificado donde quedara en claro que él había informado ese dato antes de recibir la vacuna. “Le dijimos que se quedara tranquilo, pero insistía. Tenía miedo de que después algún organismo de control le cuestionara ser beneficiario de la vacuna”, explicó la entrevistada, una promotora de Salud contratada por el gobierno bonaerense.
“Es el efecto Ginés bromeábamos cuando nos hacían ese tipo de consultas”, concluyó la agente sanitaria.
<đ˘ HILO | INFORME ESPECIAL
— Coronavirus Argentina (@CoronavirusArgg) March 2, 2021
đ¤ ¿Cuantas dosis recibió Argentina? En total, arribaron 4.050.540 dosis de 3 laboratorios diferentes. pic.twitter.com/WH6XIinS2w
El 9 de febrero el Ministerio de Salud de la Nación habilitó el uso de emergencia de esa vacuna, que es fabricada en la India.
Además, el Gobierno firmó un convenio para su transferencia tecnológica. El organismo encargado de producirla es el Serum Institute, que lo hace en colaboración con la Universidad de Oxford y AstraZeneca.
Está compuesta por una versión debilitada de un virus del refrío común (conocido como adenovirus) de chimpancés. Ese germen fue modificado para que se pareciera más al coronavirus, pero sin causar la enfermedad.
Como cualquier vacuna, cuando ingresa al organismo hace que el sistema inmunológico comience a producir anticuerpos y lo prepara para atacar una eventual infección por coronavirus. Se la administra en dos dosis entre cuatro y 12 semanas de diferencia.
Hoy, en el estadio se le recordaba a cada vacunado que en caso de no recibir la citación a tiempo para esa segunda dosis debían hacer el reclamo a una dirección que cada uno se llevó anotada en una ficha especial.
<We are proud to announce the interim efficacy of 81% for #covaxin in the Phase 3 Clinical Trial.
— Covishield Vaccine (@Covishield) March 3, 2021
I thank the 25,800 volunteers, 50 Investigators, 100 scientists, 200 field staff for their relentless effort towards making India COVID free. #premiabiotech #premiamedical pic.twitter.com/YgLFTudWR6
La más importante es que la Covishield puede almacenarse a temperaturas de 2 a 8 grados centígrados, como en una heladera familiar.
Eso la hace muy competitiva frente a otras como la de Pfizer-BioNTech, que actualmente se administra en varios países, y debe almacenarse a -70°. Fuente: InfoBlancoSobreNegro