Todo comenzó hace 150 años, cuando un prominente funcionario llamado Martín José Iraola decidió fundar en tierras que había heredado de su padre un pueblo al que denominó “Tolosa”. Tal nombre rendía homenaje a la tierra natal de sus abuelos en el País Vasco, quienes habían emigrado hacia Argentina a principios del siglo XIX.
p>Hoy en día, pasado un siglo y medio de ese hecho, aún se discute la fecha exacta en que fue fundada Tolosa, si es que realmente hubo una fundación propiamente dicha.En 1921 Tolosa cumplía 50 años, y un grupo de vecinos decidió organizarse para llevar a cabo los festejos. Se ornamentó la plaza Iraola, mientras un artista tolosano realizaba un busto al fundador, para ser emplazado en el centro de ese espacio verde- Pero se tardó 30 años de burocracia para poder rendir el merecido homenaje. Fue entonces que durante una reunión en el Centro Social de Fomento y Biblioteca “Martín J. Iraola”, un grupo de vecinos presididos por Don Ventura Bianchi, se hizo una pregunta: ¿Qué día de 1871 había elegido Iraola para fundar Tolosa?
Ante la ausencia de datos históricos y un acta de fundación, estos pobladores se pusieron de acuerdo en declarar el 7 de julio de 1871 como el día en que Martín J. Iraola había fundado Tolosa.
Los diarios de la época, sin embargo, no dan luz sobre los motivos de esta comisión para elegir aquella fecha. Se aseguraba que la delineación de la traza de Tolosa había ocurrido el 12 de agosto, pero también daban la fecha del 20 de mayo para esa misma labor realizada por el ingeniero Germán Kuhr. Al parecer, Iraola había elegido el 7 de julio por sus raíces vascas, ya que ese era el día de la tradicional festividad de San Fermín. Pero nada ha sido comprobado.
Francisco José Laborde, un eminente médico tolosano, fue también uno de los más importantes historiadores de la localidad. En julio de 1952 se contactó con Ricardo Levene, director honorario del Archivo Histórico de la Provincia, quien le confirmó su teoría: Tolosa, según sus cálculos, no había sido fundada en julio, sino en una fecha posterior.
Laborde sostuvo en una conferencia dictada en el Club Unión y Fuerza durante el 6 de julio de 1952, que para el 7 de julio de 1871 aún no estaba delineado el plano de subdivisión de Tolosa, el cual se hizo en septiembre de ese año, ya que recién en octubre Iraola había expresado la voluntad de fundar un pueblo. Todo quedó registrado, en efecto, en el expediente promovido por Iraola ante el gobierno para la aprobación del trazado realizado por Germán Kuhr, cuya fecha de aprobación fue el 20 de diciembre.
Hubo otras cosas que no le quedaban claras al doctor Laborde, además del hecho de que la traza de Tolosa se habría hecho con varios meses de posterioridad a su fundación. Las escrituraciones de terrenos, que suelen demorar varios meses, se hicieron apenas 46 días después de que Iraola presentara ante el gobierno el pedido de aprobación de la traza. Y era improbable que él, siendo funcionario, desconociera estos tiempos, como así también el ingeniero Kuhr, quien había trabajado en el Departamento Topográfico. La teoría de los investigadores es que Iraola apresuró las escrituraciones para presentar los “hechos consumados” ante las autoridades, y de esa manera acelerar la aprobación del nuevo pueblo.
Por otro lado, a Laborde tampoco lo convencía la relación entre Tolosa y la fiesta de San Fermín, realizada todos los 7 de julio. Si bien es cierto que se trata de una conocida celebración vasca, este santo es el patrono de la provincia de Navarra, mientras que el pueblo español de Tolosa se encuentra en la provincia de Guipúzcoa, cuyo santo patrono es San Ignacio de Loyola y cuya festividad es el 31 de julio.
Otros datos relevantes llegaron desde tiempo antes que Laborde iniciara sus investigaciones. Francisco Cestino, quien desde 1869 vivía en Ensenada, no mencionaba nada sobre un acto de fundación del pueblo de Tolosa en su libro "Apuntes para la historia del Partido de la Ensenada", el cual escribió basándose en los apuntes que tomaba sobre hechos relevantes de la localidad. Tampoco se mencionaba el 7 de julio en el expediente “Cura de San Ponciano, sobre la fundación de un templo en Tolosa”, presentado en 1896 por el padre Federico Rasore de la Iglesia de San Ponciano ante el Ministerio de Obras Públicas de la Provincia. De hecho, la respuesta que el Departamento de Ingenieros hizo a este expediente mencionaba la fecha del 20 de diciembre como la de aprobación de la traza tolosana. Y nada se decía del 7 de julio.
Llegado el momento del centenario, nuevamente la cuestión sobre la fecha de fundación de Tolosa dividió las aguas: ¿Debía celebrarse el 7 de julio o el 20 de diciembre?
En la Comisión de Festejos de Tolosa hubo dos corrientes: el “tradicionalista”, que sostenía la primera fecha, y el “histórico” que optaba por la segunda. El entonces comisionado municipal de La Plata, coronel Franco Icazatti, formó una comisión especial para expedirse sobre la fecha de fundación de Tolosa, la cual estuvo presidida por José María Prado, jefe de Asesoría e Investigación Histórica y Cartográfica de la Dirección de Geodesia.
Prado dio a conocer los argumentos ya conocidos, llegando a la conclusión de que no había suficiente documentación que avalara la fecha del 7 de julio, siendo el 20 de diciembre el día correcto para celebrar el aniversario de Tolosa.
La facción tradicionalista no aceptó esta conclusión, solicitando al intendente que esta fecha se discutiera en el Palacio Municipal. La reunión tuvo lugar en el recinto del ex Concejo Deliberante, donde durante más de tres horas unas ochenta personas esgrimieron sus argumentos acerca de la fecha a elegir. Como se esperaba, no hubo unanimidad ni conformidad para ninguna de las dos corrientes, por lo cual las esperanzas en llegar a un acuerdo se fijaron en otro hecho: una caja de plomo que la comisión del cincuentenario había enterrado en 1921 junto al monumento de Martín J. Iraola, cuyo contenido podía dar luz sobre los motivos por los cuales el aniversario tolosano venía teniendo lugar el 7 de julio.
Esta urna fue abierta en presencia de los miembros de la Comisión de Festejos, junto a un escribano que documentó el proceso de apertura y recuperación del material allí depositado. Lamentablemente, la caja de plomo resultó ser una desilusión: el contenido hallado era “un masacote de barro blando, que no permitió examinar y leer nada […] Solamente se individualizaron dos nombres en un trozo de papel impreso, que decían: Joaquín Nogueira y Servilliano Laborde”.
Una filtración de agua había causado el deterioro de la documentación allí depositada, tal como ocurriría al exhumar la piedra fundamental de La Plata en 1982. Los investigadores cotejaron la poca documentación legible, concluyendo que se trataba de recortes periodísticos de la época y del folleto entregado a los vecinos durante el cincuentenario.
En una decisión no consensuada, entonces, el intendente firmó un decreto que iba en contra a lo concluido por el doctor José María Prado, y fijaba al 7 de julio como la fecha legítima de fundación. Según la comisión histórica constituida por los doctores Rodolfo Dorna Machín, Raúl Clúa y Francisco J. Laborde, la firma de dicho decreto iba “en abierta pugna y contradicción con los dictámenes y conclusiones emitidas reiteradamente por el Archivo Histórico de la Provincia, que es el organismo oficial creado precisamente con estas funciones específicas, y que merece por su finalidad, y la jerarquía histórica de sus componentes, el mayor de los respetos y consideración cuando se ha expedido en temas de su competencia”.
Consultado sobre dichas discusiones, el historiador Alberto Antonini hoy rememora los debates que existieron en el seno de muchas familias del barrio, incluso con su propio padre Luis Andrés Antonini, quien en 1963 fue designado como el primer delegado comunal de Tolosa durante la intendencia de Miguel Blas Szelagowski.
Según Antonini, “fueron esos 6 años, desde 1971 a 1977, de bastante bronca entre las familias de Tolosa; fue la primera grieta que dividió a muchísimas familias, un motivo de durísimas discusiones. Yo lo viví en carne propia, porque estaba afectivamente y por cuestiones laborales muy cercano tanto a Francisco Laborde como a Enrique Barba, que eran quienes sostenían con criterio lógico e histórico la fecha del 20 de diciembre. Y mi padre, que a través de la Comisión de Festejos creada en 1971, defendía la fecha tradicional. Así que era un tema prácticamente tabú; en ese momento había que tratar de no comentarlo. Teníamos como una interna familiar; yo adoraba a mi papá, pero lo conocía mucho a Francisco Laborde y le tenía un enorme respeto. Lo mismo al doctor Barba, ya que yo trabajaba en la Facultad de Humanidades en donde él era decano, y además era director del Archivo Histórico de la Nación".
La postura “tradicional” de Luis Andrés Antonini, quien siguió presidiendo la Comisión de Festejos del Centenario hasta después de dejar el cargo de delegado, era compartida por muchos vecinos. La mayoría de los presidentes de las instituciones barriales, con gran peso en esta comisión, estaban a favor de la fecha del 7 de julio, por lo cual su opinión tenía injerencia. Pese a esto, su hijo Alberto estaba parado “en la vereda de enfrente”, según le hacían notar varios de sus amigos.
“Yo creo que (los presidentes de los clubes) se unieron por respeto a mi papá, pero no tenía ningún sentido. Mi papá estaba furioso, decía: ´¡Mi propio hijo me lleva la contra!´. ´Papá, no es una pulseada esto, es un hecho histórico, y es un disparate´, le respondía. Por más que sea mi papá, la historia dice una cosa y no hay vuelta que darle. Era un absurdo la fecha de julio, pero había muchísima gente que estaba aferrada”, sostiene Antonini, recordando aquellas acaloradas discusiones.
Tras el centenario, el barrio tuvo que lamentar las muertes de Raúl Clúa y Luis Andrés Antonini en 1973, y de Francisco J. Laborde en 1975. Quien siguió militando en pos de la declaración del 20 de diciembre como fecha de fundación de Tolosa fue el doctor Dorna Machín. En consonancia con ese reclamo, en 1977 la Municipalidad de La Plata publicó el libro "Breve Historia de Tolosa", escrito por el doctor Laborde y cuyo prólogo fue redactado por Enrique Barba, presidente de la Academia Nacional de Historia. Esto posibilitó que se reviera la decisión tomada en 1971 por el intendente Icazatti, esta vez por medio del gobernador de Buenos Aires.
Finalmente, el 16 de junio de 1977 el gobernador de facto Ibérico Manuel Saint-Jean firmó el Decreto Nº1329, en el cual se contemplaban los estudios del Archivo Histórico de la Provincia y la Asesoría de Investigaciones Históricas y Cartográficas de la Dirección de Geodesia, fijando al 20 de diciembre como fecha de fundación del pueblo de Tolosa.
Y así pareció haberse cerrado la grieta, pero sólo en los papeles. A 150 años de la fundación de la localidad, aún se siguen dando discusiones entre quienes recuerdan con nostalgia la celebración del mes de julio, y quienes aceptaron que se celebre en diciembre. Mientras tanto, varios investigadores siguen buscando en bibliotecas y archivos con la esperanza de hallar la nunca vista acta de fundación, o un documento firmado por Martín Iraola en donde se confirme la fecha de creación de Tolosa. Fuentes: visionpolitica.info y 0221.com.ar