El barrio San Carlos es tierra de nadie. Desde hace ya varios años que sus vecinos, hartos de convivir entre la inseguridad y la falta de mantenimiento municipal, comenzaron a enviar denuncias para todos lados por la enorme cantidad de robos, falta de luminarias, cortes de agua y luz, pozos en las calles, entre otros de las decenas de problemas que existen en la zona.

Ahora, el problema que tiene a todos indignados en el barrio es un cráter gigante que directamente corta el paso en la calle 133 y 41, según expresó uno de los vecinos de la cuadra vivir de esta manera se vuelve "insoportable" y que el problema está así hace bastante tiempo.

El mismo resulta una complicación inclusive para quienes no viven allí, ya que si de casualidad tenes la mala fortuna de cruzarte con este cráter lamentablemente vas a tener que meter marcha atrás porque las chances de pasar son nulas. Inclusive, tengas el vehículo que tengas probablemente tampoco puedas pasar, ni en moto ni en bicicleta, y si no tenés ganas de embarrarte o aumentar tus chances de lastimarte, seguramente pasar caminando por allí no sea una buena opción.

Llamados sin respuestas

El malestar crece, los vecinos desesperados ya no saben que hacer ante semejante desastre y no pueden creer que el municipio sepa que esto realmente está pasando y no se acerquen a solucionarlo ni siquiera para quedar bien con los vecinos de la periferia, pero ya es sabido cual es el manejo con los barrios exteriores al casco urbano.

Ante la falta de respuestas, quienes viven sobre 133 debieron actuar y ponerle palos, vallas y cintas para advertir a los conductores que tengan la intención o la valentía de pasar por allí. El cráter ocupa prácticamente todo el ancho de la cuadra y llega hasta la vereda por momentos, que dicho sea de paso también está destruida por la ampliación del pozo.

En este contexto, tras intentar hacerse cargo de un problema que les es ajeno, a los vecinos no les quedó otro remedio que hacer público su malestar para que alguna autoridad tome cartas en el asunto. Nadie les da respuestas y ya el problema es de larga data, no sólo en ese sector sino que situaciones muy parecidas se ramifican a lo largo de todo el barrio. Fuente: El Editor Platense.