Recientemente salió a la luz el primer estudio que evalúa un número tan elevado de proteínas para determinar su relación con el COVID-19. Los resultados proporcionan información sobre posibles nuevos objetivos para tratar y prevenir las progresiones más críticas.
p>Los investigadores usaron una herramienta genética para analizar más de 3.000 proteínas. Consiguieron identificar seis proteínas que podrían estar asociadas con un mayor riesgo de COVID-19 grave. También detectaron ocho proteínas que podrían contribuir a la protección contra la enfermedad y sus cuadros más críticos. <Una de las proteínas (llamada ABO) que se identificaron por tener una conexión causal con el riesgo de desarrollar COVID-19 grave determina los grupos sanguíneos. Este resultado sugiere que desempeñan un papel decisivo para que las personas desarrollen formas graves de la enfermedad.
El doctor Alish Palmos, del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia (IoPPN) del King’s College de Londres, es uno de los primeros autores del estudio: “Hemos utilizado un enfoque puramente genético para investigar un gran número de proteínas sanguíneas y hemos establecido que un puñado de ellas tiene vínculos causales con el desarrollo de la COVID-19 grave. Centrarnos en este grupo es un primer paso fundamental para descubrir objetivos potencialmente valiosos para el desarrollo de nuevos tratamientos.”
La evaluación de la relación entre las proteínas sanguíneas y la enfermedad puede ayudar a comprender los mecanismos subyacentes y a identificar posibles blancos terapéuticos para el desarrollo de fármacos o el reposicionamiento de otros que se indican para otras enfermedades.
Por esa dificultad, los investigadores del Reino Unido y Austria se valieron de la herramienta genética. La “aleatorización mendeliana”, un método que sirve para comparar las relaciones causales entre los factores de riesgo y los resultados de salud, permitió utilizar grandes conjuntos de datos genéticos y evaluar la relación entre las variantes genéticas relacionadas con una exposición y las variantes genéticas relacionadas con el resultado de la enfermedad.
El doctor Vincent Millischer, coautor del estudio y profesor de la Universidad Médica de Viena, explicó que la estrecha relación entre “la exposición y la enfermedad puede establecerse porque las variantes genéticas heredadas de padres a hijos se asignan aleatoriamente en la concepción, de forma similar a como un ensayo controlado aleatorio asigna a las personas a grupos. En nuestro estudio, los grupos se definen por su propensión genética a diferentes niveles de proteínas en sangre, lo que permite evaluar la dirección causal entre los niveles elevados de proteínas en sangre y la gravedad de la COVID-19, al tiempo que se evita la influencia de los efectos ambientales”, agregó.
El análisis consideró dos niveles incrementales de gravedad de COVID-19: hospitalización y asistencia respiratoria o muerte. Al utilizar datos de varios estudios de asociación de todo el genoma, los investigadores encontraron seis proteínas vinculadas causalmente a un mayor riesgo de hospitalización o soporte respiratorio o muerte debido al COVID-19 y ocho vinculadas a la protección contra la hospitalización o el soporte respiratorio o la muerte.
Vale destacar que los investigadores también identificaron tres moléculas de adhesión que están relacionadas de forma causal con un menor riesgo de hospitalización y necesidad de asistencia respiratoria. Como estas moléculas median en la interacción entre las células inmunitarias y los vasos sanguíneos, esto concuerda con investigaciones anteriores que sugieren que el COVID-19 en fase avanzada es también una enfermedad que afecta a los revestimientos de los vasos sanguíneos. Fuente: 0221.com.ar