La nueva Rectora de la UCA La Plata criticó “la depredación de nuestra casa común” y “la cultura del sálvese quien pueda”

22-03-2021 - Por Primera Página

El jueves asumieron la nueva Rectora y el nuevo Vicerrector de la Universidad Católica de La Plata (UCALP), la abogada Rita Marcela Gajate y el abogado y politólogo Sebastián Piana.

p>El acto tuvo lugar en la Catedral de La Plata y fue encabezado por el Arzobispo y “Gran Canciller” de la mencionada casa de estudios, Víctor Manuel Fernández. También estuvieron presentes los obispos auxiliares Alberto Bochatey y  Jorge Esteban González.

La ceremonia fue transmitida en vivo y se realizó ante una reducida concurrencia de invitados especiales, entre los que se encontraban el intendente Julio Garro, la presidenta del Concejo Deliberante, Ileana Cid y el Jefe de Gabinete del Senado bonaerense, Eduardo Ricciuti, entre otras autoridades políticas.

También asistieron decanos y miembros de la comunidad educativa de la UCALP y de la UNLP, así como también de otras instituciones universitarias, familiares y amigos de las nuevas autoridades.

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Las palabras de Fernández

El arzobispo “Tucho” Fernández expresó que “en este mundo que se parte en pedazos, una Universidad Católica es un lugar donde debe producirse un precioso encuentro”.

Y continuó: “Por eso agradezco a todos ustedes que nos acompañen hoy. Este punto nos ayuda a ver cuál es la raíz de la identidad profunda de una Universidad Católica. Se trata del lugar de un encuentro constante que tiene cinco dimensiones”.

Respecto de la primera dimensión, Fernández se refirió al “encuentro con la verdad”.  En ese marco recordó que la encíclica Populorum Progressio que enseñaba: “En los designios de Dios cada ser humano está llamado a promover su propio progreso, porque la vida de todo ser humano es una vocación”. 

Pero esto implica necesariamente tu desarrollo como ser pensante. Es decir, implica un encuentro personal tuyo con la verdad”, remarcó el arzobispo, y señaló también que “la búsqueda de la verdad es plena actividad”.

Para sostener una actividad docente con calidad y gozo sapiencial hace falta mantener ese tiempo de búsqueda a veces árida pero siempre fecunda, donde se ruega, se clama, se piensa, se vuelve a pensar, se lee, se sufre, hasta que se enciende una luz, hasta que brota esa verdad que luego en una clase se dirá en una frase, o irá a parar a un breve párrafo de un apunte”, añadió.

Luego destacó la segunda dimensión del “encuentro con la fe y la cultura”.

En ese punto Fernández expresó: “Una fe cultivada no te quita nada de profesionalismo o de seriedad científica. Al contrario, abre tu mente para que puedas percibir aspectos más profundos de la realidad y puedas entender mejor qué es el ser humano, cuál es el sentido de la vida, cuál es la finalidad de las cosas”. 

Una cosmovisión creyente no destruye nada auténticamente humano, sino que lo fecunda y lo potencia”, continuó.
 
También señaló que “cada uno en la universidad, está llamado a ofrecer su aporte en este diálogo entre la fe y las ciencias, para poder entregar a los alumnos una verdadera síntesis vital que les permita reconocer la belleza integradora de la cosmovisión cristiana”.

En ningún lugar de la Iglesia, pero menos todavía en una Universidad Católica, podemos separar la fe y las ciencias. Porque una Universidad católica no es un ‘enseñadero’, sino un espacio de fecunda interacción, donde la ciencia libera a la fe del fanatismo religioso y la fe abre a la ciencia perspectivas inéditas”, subrayó.

La tercera de las dimensiones, explicó, se vincula con el “encuentro con la sociedad de este lugar concreto de la tierra”. 

Como comunidad universitaria, todos ustedes están llamados a producir otro encuentro precioso: el encuentro del saber que cultivan con la Sociedad civil y con el Pueblo de esta región”, señaló , y citó las palabras del Papa Francisco en su última encíclica Fratelli tutti, donde destacó: “El amor de cada uno a su propio lugar es fidelidad a Dios, porque él nos regaló esta tierra y este pueblo como un don. Desde este lugar nos abrimos a los demás”.

En esa línea reflexionó: “La Universidad está llamada a realizar una preciosa síntesis que resulte del encuentro del saber que cultiva, con la historia, las necesidades, las expectativas, la cultura de esta región. Pero al mismo tiempo, nuestro espíritu católico, que significa ‘universal’ nos ayuda a mirar más allá de los intereses locales para poder recoger la belleza y el clamor del mundo entero”.

Finalmente, se refirió a la dimensión de lo que la Universidad debe representar como espacio para el “reconocimiento del otro”.

Al respecto aseguró que “la Universidad debe ser necesariamente un lugar de encuentro con los otros que se exprese en la escucha, el diálogo abierto, la confrontación de ideas, la apertura para desarrollar proyectos comunes”.

Por último, el arzobispo Fernández deseó que “esta universidad sea un lugar de encuentro con Dios, con los otros, con la verdad, que sea un lugar de encuentro de la fe con la cultura y con esta ciudad que Dios nos ha regalado como don”.

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Los desafíos ante “la depredación de nuestra casa común” y la cultura del descarte

En su intervención, la nueva rectora, Rita Marcela Gajate, expresó que “es un alto honor” ocupar su nueva función dentre de la institución , y remarcó: “He aceptado el reto con real conciencia instrumental poniendo a disposición mi disponibilidad y trabajo, lo que sé y lo que no, todo lo que aprenderé y todo lo que ofreceré en este tiempo venidero”.

El presente de nuestra UCALP aparece desafiante”, agegó, y remarcó:  “Aún es necesario crecer, incrementar su oferta académica, su presencia en la comunidad internacional, nacional y especialmente local incrementando su producción científica y sus brazos ampliados en la extensión”. 

Además dijo que es necesario “producir una reflexión sobre su rol junto a las demás universidades en la reconfiguración de la cultura que anhelamos”.

La universidad tiene un rol fundamental en la creación de pensamiento y conocimiento para la cultura de los próximos decenios”, continuó Gajate y consideró que la “nueva realidad actual nos presenta un marco complejo”.

Sobre dicho desafío expresó: “La humanidad toda debió enfrentar una pandemia que dejó al descubierto la vulnerabilidad del género humano, la prisa sin rumbo del tiempo actual, la depredación de nuestra casa común y las consecuencias gravísimas de la cultura del ‘sálvese quien pueda’”.

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Fuente: Info Blanco Sobre Negro.