Se cumple un nuevo aniversario del inolvidable 2 de abril del 2013, el día en que la ciudad sufrió uno de los golpes más duros de su historia. A 8 años de la trágica inundación, el plan de contingencias fue avanzando y hay documentos que evidencian cuáles son las manzanas con más riesgo en caso de que se repita una tormenta de esa magnitud.
p>Expertos de la UNLP y funcionarios municipales realizaron estudios para avanzar en la definición del riesgo en toda la región. En ese sentido, 0221.com.ar pudo acceder a los mapas de peligrosidad y vulnerabilidad que elaboraron durante los últimos meses y detallan la situación de cada localidad. El trabajo es inédito: se hizo cuadra por cuadra en todo el territorio.Cabe recordar que este convenio de trabajo conjunto fue firmado a fines de diciembre de 2018 por el intendente Julio Garro y el presidente de la Universidad Nacional de La Plata, Fernando Tauber, para el desarrollo de un programa centrado en la prevención de tormentas severas y definición de un protocolo de actuación para cuando alguna de éstas azote a la ciudad. Está coordinado por el ingeniero hidráulico Pablo Romanazzi y prevé actuaciones para cada cuenca y barrio.
En el tercer informe se adelantó en todos los puntos e incluso algunos ya los finalizaron. Entre ellos se destaca el de los mapas, a los que destacaron como un “aporte sustancial” en la definición del riesgo por inundación y que permitirán desarrollar las estrategias de actuación tanto en la prevención, en la respuesta como en la reconstrucción.
En la tercera entrega del plan -que será presentado en septiembre- sobresaltan los datos estadísticos sobre los niveles de peligrosidad y riesgo en cada uno de los 350 barrios identificados en el partido de La Plata.
“Esto sin duda permite dimensionar con precisión el problema que se enfrenta: la mayoría de los barrios (115 unidades) tienen entre el 10 y el 20 por ciento de su superficie afectada por niveles altos y medios de peligrosidad por inundaciones”, afirmaron entre las primeras conclusiones del documento.
Y detallaron: “Si la línea de corte se establece en el 50 por ciento de la superficie afectada, entonces 27 barrios se encuentran en una situación difícil de alta peligrosidad (dependiendo por supuesto de la densidad poblacional, su exposición y la superficie total del barrio)”. Con respecto a estas zonas, ocho de ellas se encuentran bajo el radar del centro comunal de Villa Elvira, tres en Ringuelet, dos en Etcheverry, dos en Villa Elisa, dos en City Bell, dos en Tolosa, dos en Arana, dos en Gorina, uno en Los Hornos, uno en Altos de San Lorenzo, uno en Arturo Seguí y uno en Melchor Romero.
Para estas tareas minuciosas y sin antecedentes en la ciudad, se utilizaron Sistemas de Información Geográfica (SIG), se hizo un exhaustivo trabajo en las 24 delegaciones comunales como en el área de Gestión del Riesgo y se puso los datos en el contexto biológico-ambiental actual del territorio. Así, se elaboraron mapas de vulnerabilidad (socio-económica, material/física, biológica-ambiental e integrada) y se los relacionó con los de peligrosidad -entendida como la amenaza de inundación por tormentas severas- y finalmente se obtuvo el de riesgo por inundación. No obstante, los expertos hicieron hincapié en la importancia de la actualización permanente.
En concreto, para el mapa sobre riesgo hídrico se hizo tanto en la parte urbana como en la rural. Según se desprende del análisis de la imagen, el nivel de peligro es muy alto en inmediaciones de Plaza Malvinas, La Loma, Barrio Norte, Parque Castelli, Parque Alberti, City Bell, Ringuelet, Altos de San Lorenzo, Los Hornos, Villa Elvira, Arana.
Como contrapartida, aparecen como las más seguras la zona estación de trenes, hacia el lado de 32, por 1. También inmediaciones de Meridiano V y Plaza Moreno, desde 54 hacia el lado de 60, como en 25 y 44. En lo que tiene que ver con lo rural, los sectores más comprometidos son Abasto, Arturo Seguí, Los Hornos, City Bell, Arana, Sicardi, Villa Garibaldi, Correas, La Armonía y Poblet.
Por su parte, los funcionarios municipales reconocieron como sectores críticos en caso de tormentas severas a los barrios de El Palihue, El Pino, las inmediaciones del cementerio, Los Robles, Las Palmeras, La Piedad, Arana, La Armonía y Sicardi. Para el lado del corredor norte, mencionaron El Mercadito, La Cumbre, Las Quintas, Malvinas, San José, los barrios ProCreAr en Olmos, El Pueblo, La Rueda, Las Banderitas, Los Porteños, La Emilia, San Facundo, Gorina, Villa Castells, Savoia y El Peligro.
Mientras que en lo que concierne al Casco Urbano, señalaron La Loma (de 19 a 25 y de 32 a 35; Diagonal 73 entre Plaza Moreno y Azcuénaga; Diagonal 74 entre Plaza Moreno e Yrigoyen (19 y 60); Parque Castelli y zona Hospital San Juan de Dios; el Hospital de Niños; avenida 7 de 32 a 38 y 38 de 5 a 7 y de 7 a 11 y las cercanías a la Municipalidad.
En las entrevistas con los funcionarios municipales se pudo armar una imagen con elementos clave para la organización de la prevención, la respuesta y la reconstrucción, los principales objetos de análisis del Plan RRI La Plata.
En ese sentido, además de enumerar los barrios que componen cada localidad, dieron sus características principales, la composición poblacional, la presencia de industrias, los cursos que atraviesan las delegaciones, las zonas inundables y/o anegables, la presencia de basurales, las instituciones, los accesos y los recorridos de las líneas de transporte público. Luego se lo contrastó con las resoluciones espaciales, que obtuvo un alto grado de acuerdo entre ambos mapas de peligrosidad.
Romanazzi ya había adelantado a este medio semanas atrás que una de las cuencas más complicadas sería la del Arroyo El Pescado, lo que afectaría principalmente las inmediaciones de Parque Sicardi y Arana.
“Estamos viendo una tendencia de que llueve más en la zona sur, no sabemos si es por presencia de la urbanización. Es una especulación. Lo que sí nos preocupa es que, si esto se está fraccionando, loteando y vendiendo las tierras, miren lo que es el valle de inundación del Pescado, mucho más amplio que cualquiera de estos arroyos. Ojo con urbanizar esto”, advirtió.
No obstante, agregó: “Con esto nos cubrimos, nos ponemos del lado de la seguridad. Las simulaciones sirven para ir optimizando y redirigiendo los recursos a esos lugares más sensibles y vulnerables”.
A 8 años de la tragedia que -según cifras oficiales- terminó con 89 fallecidos, el informe dejó en claro que el objetivo fundamental es minimizar el riesgo de desastres producidos por este tipo de eventos “para proteger la vida de los ciudadanos en zonas de alta vulnerabilidad”. A su vez, busca mitigar los daños, tanto en la infraestructura urbana como en las propiedades públicas y privadas, como así también educar y organizar a la comunidad para mejorar su capacidad de prevención, respuesta y reconstrucción, “en el marco de una gestión institucional permanente y dinámica”. Según anticiparon, el resultado de todas estas acciones será “una región adaptada a las inundaciones”, con un modelo de réplica de funcionamiento a otros casos similares. Fuentes: lamovidaplatense.info y 0221.com.ar