La mayoría de las vacunas contra el COVID-19 que se encuentra en el mercado tiene dos dosis, ya que así se alcanza la inmunidad más alta. ¿Pero qué ocurre con los que ya han tenido coronavirus? ¿Necesitan ambas dosis si ya tienen anticuerpos? Una nueva investigación se propuso analizarlo.
p>El estudio longitudinal PARIS (Protection Associated with Rapid Immunity to SARS-CoV-2) pone el foco en aquellos que recibieron su primera dosis de vacuna de ARNm en 2020. Los investigadores indicaron que la mayoría de los participantes seronegativos tuvieron respuestas variables y relativamente bajas dentro de los 9 a 12 días posteriores a la vacunación. Por el contrario, los participantes con anticuerpos al inicio del estudio antes de la primera dosis de la vacuna desarrollaron rápidamente anticuerpos altos y uniformes en los días posteriores a la vacunación.Los títulos de anticuerpos de los vacunados con inmunidad preexistente fueron de 10 a 45 veces más altos que los de los vacunados sin inmunidad preexistente en los mismos puntos de tiempo después de la primera dosis de vacuna (p. Ej., 25 veces más altos a los 13 a 16 días) y también excedieron la mediana de títulos de anticuerpos medidos en participantes sin inmunidad preexistente después de la segunda dosis de vacuna. Aunque los títulos de anticuerpos de los vacunados sin inmunidad preexistente aumentaron en un factor de 3 después de la segunda dosis de vacuna, no se observó ningún aumento en los títulos de anticuerpos en los supervivientes de COVID-19 que recibieron la segunda dosis de vacuna. No se observaron diferencias sustanciales en la dinámica de las respuestas de anticuerpos provocadas por las vacunas Pfizer y Moderna después de la primera dosis.
El análisis actual representa una muestra de conveniencia en la que no todos los participantes pudieron proporcionar muestras biológicas para el análisis de anticuerpos en todos los intervalos de tiempo adicionales. Los estudios de seguimiento en curso mostrarán si estas primeras diferencias en las respuestas inmunitarias se mantienen durante un período de tiempo prolongado.
Además, los investigadores compararon la frecuencia de reacciones locales, relacionadas con el lugar de la inyección y sistémicas después de la primera dosis de vacuna en 230 participantes. En general, ambas vacunas (156 participantes recibieron la vacuna Pfizer y 74 la vacuna Moderna) no tuvieron efectos secundarios que resultaron en hospitalización. Un 69% que completaron la encuesta del estudio PARIS informaron tener algunos efectos secundarios después de la primera dosis de vacuna (46% de los encuestados seronegativos y 89% de los encuestados seropositivos). Los más comunes fueron los localizados en el lugar de la inyección (dolor, hinchazón y eritema), que ocurrieron con igual frecuencia independientemente del estado serológico en el momento de la vacunación y se resolvieron espontáneamente días después de la vacunación.
Los receptores de la vacuna con inmunidad preexistente tuvieron efectos secundarios sistémicos con mayor frecuencia que aquellos sin inmunidad preexistente (fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, dolor muscular, fiebre y dolor articular, en orden de frecuencia decreciente).
“Descubrimos que una sola dosis de la vacuna de ARNm provocó respuestas inmunitarias rápidas en los participantes seropositivos con títulos de anticuerpos posteriores a la vacunación similares o superiores a los títulos encontrados en los participantes seronegativos que recibieron dos vacunas -explica Florian Krammer, autor principal de la investigación, y perteneciente al equipo de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York-. Es necesario investigar si una sola dosis de la vacuna de ARNm proporciona una protección eficaz en personas seropositivas”.
Un estudio realizado en Argentina sobre el personal de salud sugiere revisar el esquema de vacunación para quienes ya se enfermaron. Esta investigación liderada por investigadores del CONICET, se señaló que en el caso de inmunizarse con la inoculación rusa Sputnik V sólo sería necesaria una dosis.
Recientes trabajos con las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna mostraron que la respuesta humoral luego de una dosis en personas que se habían contagiado es de tal magnitud que sería posible no aplicar una segunda dosis. Países como Francia y España adoptaron esa política en ciertas franjas etarias para optimizar recursos. Pero hasta la fecha no había estudios con la vacuna Sputnik V, que va a producirse en Argentina.
“Los resultados del estudio muestran que las personas previamente expuestas al virus, que mostraron tener anticuerpos antes del inicio de la vacunación, generan una respuesta inmune humoral rápida al recibir una dosis de la vacuna Sputnik V, produciendo niveles de anticuerpos similares e incluso superiores a los producidos por personas no infectadas que recibieron dos dosis de la vacuna”, afirmó la jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL), investigadora superior del CONICET y miembro del equipo que realizó el estudio, Andrea Gamarnik.
El trabajo fue realizado bajo la coordinación del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, en la que participaron 142 voluntarios del personal sanitario de siete centros, de los cuales 22 ya se habían contagiado de coronavirus previo a la inmunización.
Las conclusiones también señalaron que el 100% de los participantes desarrolló anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 tras recibir el esquema completo de dos dosis de la vacuna Sputnik V. Ante los resultados de lo que les sucede a los que ya se habían contagiado, los expertos sugieren revisar el esquema de vacunación para aquellos individuos que han sido previamente infectados.
“Estos resultados sugieren que la infección previa genera memoria inmunológica que se evidencia con la primera dosis de Sputnik V produciendo niveles aumentados de anticuerpos en comparación con individuos no infectados previamente”, señaló el investigador superior del CONICET en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS) -que depende del CONICET y la UBA- y miembro del equipo que realizó el estudio, Jorge Geffner. Fuentes: lamovidaplatense.info y infobae.com