Con apenas el 11,22% de su población plenamente vacunada y con el 23,20% de sus habitantes ya inoculados con la primera dosis contra el COVID-19, según datos de Our Wolrd in Data, Dinamarca retoma poco a poco la vida social, tras casi cuatro meses en situación de semiconfinamiento.
p>Ayer, en el Día del Trabajador, se pudo constatar cómo la adopción del ‘conorapase’, una especie de pasaporte digital, está ayudando a que sitios como bares, restaurantes, peluquerías, salones de belleza y diversos lugares de espectáculos puedan retomar sus actividades comerciales.En las afueras de Forum, un gran estadio de recitales convertido en centro de testeos de coronavirus, ubicado en el distrito universitario de Copenhague, capital de este país europeo, la cola de gente comenzaba a acumularse antes del soleado sábado.
Mientras esperaba su turno, el joven Casper Beckers, de 25 años, chequeaba los mensajes del grupo de WhatsApp que comparte con sus amigos, donde planeaban las actividades para la noche. “Es enorme, un contraste tan marcado”, dijo sobre el cambio desde que Dinamarca introdujo su sistema de “coronapase” el mes pasado, lo que permitió que gran parte del país se abriera, tal como destacó a The Guardian.
“Los bares están abiertos y, finalmente, puedo ver a la gente de nuevo casi como de costumbre. La última vez que estuve en un bar estaba abarrotado hasta el punto de que pensé que era un poco irresponsable”, agregó.
Desde el 21 de abril, lugares como bares, cafeterías, restaurantes, museos, estadios deportivos y locales de tatuales están abiertos para todo aquel que pueda presentar un resultado negativo en la prueba con menos de 72 horas de antigüedad, o una vacuna completa, mediante certificado digital coronapas, el nuevo instrumento para avanzar en la reapertura gradual del territorio que debe concluir a finales de mayo.
Para ello, el país, que desde el inicio de la pandemia de COVID-19 lleva registrados más de 253.600 contagiados y 2490 muertos, según datos del Johns Hopkins University & Medicine Coronavirus Resource Center, habilitó centros de testeos en todos los distritos de la nación.
De esta manera, esta política permitió que un millón de personas se sometieran a pruebas de detección de COVID-19 la semana pasada, lo que significa, aproximadamente, uno de cada cuatro adultos. Incluso, hay personas que eligen realizarse el test varias veces a la semana, en función a la actividad que quiera realizar.
El coronapase está disponible a través de una aplicación de telefonía celular, así como en formato papel y se utiliza para probar que el portador está vacunado, que ya contrajo coronavirus -con un resultado positivo de entre dos y 12 semanas- o bien que dio negativo en las últimas 72 horas.
Dinamarca es uno de los primeros países de Europa en aplicar este tipo de sistemas. La Comisión Europea está trabajando en el lanzamiento de un “certificado verde” digital para la libre circulación dentro de la Unión Europea.
Sin embargo, en el país escandinavo, el “coronapase” no se utiliza, por el momento para viajes, aunque el gobierno tiene la intención de hacerlo.
La reapertura casi general está prevista para el 21 de mayo, fecha elegida porque debe corresponder al final de la vacunación de los mayores de 50 años.
De acuerdo a las autoridades danesas, el “coronapase” es provisorio, pero deberá mantenerse en vigor hasta que toda la población de Dinamarca haya tenido acceso a la vacuna.
Los locales que no exijan la presentación del “coronapase” serán sancionados con una multa de un mínimo de 470 dólares, y de hasta más de 7000 dólares en caso de reincidencia, precisó recientemente el ministerio de Justicia de ese país. Para los clientes, asimismo, la multa será de unos 390 dólares. Fuentes: visionpolitica.info y infobae.com