Los especialistas lo repiten frecuentemente, pero parece que siempre hay algún distraído o descuidado. La vacuna contra el covid no hace a las personas inmunes a la enfermedad, si no que atenúa los síntomas y permite que el cuadro no se agrave al punto de, por ejemplo tener que necesitar internación hospitalaria. Pese a esto no son pocas las personas que relajan sus cuidados por haber recibido la vacuna y ese es uno de los principales errores que contribuye al aumento de casos.
p>"El 65% de la población adquirió hábitos de defensa contra el covid. A pesar de esto, se observa que un porcentaje de los vacunados se relajó y esto trajo como consecuencia contaminaciones", aseguró el infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi (MN 54.101). "Personas que transcurrieron la enfermedad asintomáticamente creyeron que todo había pasado y sin embargo algunos de ellos tuvieron reinfecciones y un 30% secuelas. Siempre estuvo presente la indisciplina”, se lamentó.
Lautaro de Vedia es infectólogo (MN 70640), fue presidente y ahora es miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). Al igual que Pizzi remarcó que el principal error a desterrar es la creencia en que si estamos vacunados conseguimos la inmunización. Hemos visto muchos casos, incluyendo el del Presidente (Alberto Fernández se contagió covid a principios de abril a pesar de haber recibido las dos dosis de la Sputnik V), por lo cual aún el vacunado tiene que seguir cuidándose", dijo.
“El error más habitual de los vacunados incluso con una dosis es pensar que están absolutamente protegidos y que pueden no seguir estrictamente todos los protocolos", opinó en consonancia con sus colegas la jefa del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, Ángela Gentile. "Cabe destacar que una dosis evita las formas graves de la enfermedad, la hospitalización y muerte e incluso dos dosis da más protección a lo largo del tiempo, pero no sabemos si este esquema evita la transmisión”, detalló.
En definitiva, los especialistas consultados por Infobae coinciden en que existe una serie de formas de actuar a la hora de haber recibido las dos dosis de la vacuna contra el COVID-19 que no ayuda a contener que el virus se siga propagando y evitar así que sigamos teniendo un número de casos diarios confirmados aún muy alto a pesar de las restricciones.
1- Creer en la inmunidad inmediata
Existe un periodo de alrededor de dos semanas desde que se aplica la segunda dosis hasta que el cuerpo adquiere el nivel máximo de anticuerpos. Existen posibilidades de que la persona pueda contraer la enfermedad de todas formas, y lo que el inoculante hace es evitar que en este caso el cuadro sea severo o grave, requiera internación o empeore hasta causar la muerte.
2- Creer en la imposibilidad de contagiarse
Según explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), “algunas personas que están totalmente vacunadas contra el COVID-19 podrán enfermarse porque las vacunas no son 100% efectivas”. Ninguna vacuna es 100% eficaz y por lo tanto podemos contagiarnos a pesar de habérnoslas aplicado.
3- Creer que ya no hace falta el lavado de manos
Un nuevo estudio publicado en la revista científica JAMA que se hizo en un hospital de Chicago encontró que el nivel del lavado de manos bajó a niveles pre COVID-19. Un frecuente lavado de manos parece menor pero es muy importante no solo a la hora de minimizar el riesgo de exposición o contacto con el coronavirus, sino que es una medida sanitaria que nos protege de bacterias y otro tipo de afecciones.
4- Creer que no hace falta aislarse si hay síntomas
Los CDC dicen que cualquier sujeto vacunado con síntomas debe aislarse y ser evaluado clínicamente. Y esto especialmente si estuvo expuesto a una persona con COVID-19 o con la sospecha de estar infectado. El hecho de no aislarse representa uno de los errores más frecuentes y peligrosos.
5- Creer que ya no es necesario el tapaboca
Lo recomendable es que a pesar de tener las dos dosis y que haya pasado un tiempo considerable luego de la última aplicación, se deba seguir utilizando la máscara facial que cubra nariz, boca y mentón. Incluso al aire libre y mucho más en el transporte público, lugar de alta circulación del virus SARS-CoV-2, y centros comerciales o eventos en espacios cerrados.
Fuentes: lamovidaplatense.info y mdzol.com