Se crea o no en la vida extraplanetaria, cuando una persona de otro lugar llega a localidades como Magdalena, Atalaya o Punta Indio y comienza a tomar contacto con la folclore local, se va a encontrar con historias "del vecino de un amigo" que presenció algún tipo de avistamiento de ovnis.
Esto le pasó al periodista y youtuber Leonardo Mudano, que en el año 1993 se mudó a Magdalena junto a su familia, pero los rumores sobre encuentros cercanos del cuarto tipo ya le habían llegado mucho antes a los oídos.
"Hay libros que cuentan la historia de Magdalena, pero fueron escritos hace mucho o siempre hablan de la historia como algo pasado, entonces pensé vamos a ir por historias que tienen que ver con todo aquello que queda fuera" expresó Leonardo.
Además del periodismo, la vida de Mudano está marcada por la docencia en zonas rurales, donde cuenta "siempre está el tema de la luz mala y el tema de los ovnis". Tal fue la repercusión, que al comenzar a recopilar información periodística y testimonios, lugareños empezaron a frenarlo en la calle para contarle sus propias experiencias.
La FAO (Federación Argentina de Ovnilogía) empezó a trabajar en la zona desde los 80's "al ver que en las tapas de los diarios salía Atalaya, zona de avistaje, Punta Indio zona de avistaje" explicó Leonardo. Efectivamente, en 1986 Atalaya tuvo el récord mundial por las marcas en sus pastizales, se registraron 150 huellas circulares formadas por pasto deshidratado.
Tras ese hecho, la FAO realizó una vigilia en la zona, donde según detalló Luis Burgos, fundador de la FAO en una entrevista en 2020, tuvieron "una experiencia" en la que vieron "dos objetos no identificados volando durante unos 45 minutos”. Posteriormente, el canal History Channel recreó el evento vivido por Burgos y los otros miembros de la Federación.
A partir de ese caso, y otros avistamientos que se sucedieron, esa zona fue llamada “El Nido”. Un territorio que va desde la ruta 2 hasta la costa, y desde La Plata hasta Punta Indio.
No se trata sólo de ovnis, sino que las historias de objetos voladores no identificados forman parte de las tantas que circulan entre magdalenenses, atalayenses y puntaindienses. Precisamente esos relatos que se comparten de boca a boca, muchas veces contados por las personas mayores, son los que Leonardo, junto a su equipo conformado por Camila Toledo y Eugenia Ihidoy, buscan registrar para que Magdalena se reconozca en su tiempo.
"Hay historias y personajes de esta localidad, por ejemplo Alberdi, fue un integrante de la primera junta, pero ante estuvo de cura en Magdalena" comentó, y enfatizó en que "la idea es empezar a reconstruir y valorar esas historias y de alguna manera trasmitírsela a los más jóvenes para dar valor al pueblo, siempre está esto de que somos el segundo pueblo más antiguo de la provincia pero después hay un montón de cosas para recuperar y sería muy interesante que eso ayude". Fuentes: lamovidaplatense.info e infocielo.com