En medio de una ciudad con tanta vida, crecimiento y movimiento, existe un edificio muy particular que desde hace años fue abandonado. Se trata del ubicado en calle 45 entre 11 y 12, el cual su construcción fue detenida hace 9 años y su falta de mantenimiento hizo que la naturaleza se apropie de él y nos deje una imagen digna de una película post apocalíptica.
p>Con todo su interior al descubierto, se puede ver cómo las hojas y las ramas lo abrazan y se apoderan del concreto a medio terminar. Las razones de por qué su construcción no se completó se desconocen, pero durante años fue blanco de reclamos e historias por parte de los vecinos.En un principio, debieron construir un paredón de aproximadamente 3 metros de altura ya que había sido tomado por gente en situación de calle. Todas las noches se podía ver ingresar y salir personas y se oían conversaciones, risas y gritos de estos que hicieron del edificio su hogar.
Pero levantar un paredón no fue suficiente para la tranquilidad de algunos vecinos, o al menos así fue cómo lo explicó Joaquín, ex inquilino de un edificio aledaño de la obra. Dio tenebrosos detalles de los tiempos en que convivió en la calle 45: “Al principio era muy molesto el hecho de escuchar voces a tan altas horas, además es reunían en las calles y no te voy a mentir, tenía miedo de que la zona se vuelva insegura, a la noche estaba todo oscuro”, inició.
“Después levantaron el muro, la concurrencia bajó pero no se detuvo, he visto personas saltarlo para ingresar y los re entendía porque si no tenés donde vivir caer ahí es una buena opción”, continuó.
“Pero lo que realmente me puso la piel de gallina fue cuando empecé a ver situaciones extrañas en mi departamento. Las escobas se me caían siempre, al principio creí que eran porque las apoyaba mal pero no había manera de que no terminen en el piso. También las lamparitas, se me quemaban siempre, y hasta me pasó que en la del baño me dejó de funcionar sin quemarse”, relataba el joven de 32 años.
“El día culmine en el que empecé a sospechar que algo raro había y la culpa era del edificio, fue cuando subí a tomar unas cervezas a la terraza con amigos, se escuchaban gritos y llantos. Le hablábamos a ver si alguien nos respondía y no lográbamos contactar con nadie. De pronto salió una ráfaga de luz muy blanca de uno de los pisos, fue un segundo y una botella de las cervezas que tomábamos cayó al piso y se rompió”, dijo Joaquín quién creyó era momento de tomar cartas en el asunto.
“La tía de mi pareja en ese momento siempre hablaba de esos temas tipo fantasmas y esas cosas, y la hice venir para que se fijara, y su respuesta me asustó. No llegó a entrar que le dio mala espina el edificio y más tarde me aseguró que había actividad extraña dentro de él”, finalizó el ex vecino.
Finalmente, Joaquín contó que prendiendo sahumerios diarios y otros rituales recomendados logró detener esas actividades extrañas en su hogar, pero de igual manera cuando su contrato finalizó en 2016 decidió marcharse. “Soy muy cagón, ja”, disparó.
En tanto, muchos otros vecinos no están de acuerdo con esta historia y afirman que “lo de la escoba y la luz sería producto de las drogas” y que con respecto a los ruidos, “se debe a que aún hoy se encuentra habitado” y que en su mayoría son borrachos que viven a los gritos y jugando a las cartas.
Al fin y al cabo todo se trata de creer o reventar, no hay una posición correcta y otra incorrecta. Y vos, ¿de qué lado estás? Fuentes: lamovidaplatense.info y laplata1.com