"Hoy 3 de junio del 2021 hace un mes que a mi mamá se la llevó la pandemia y no quiero que pase más tiempo sin contar nuestra experiencia como familia en este desastre", escribió en su cuenta de Facebook la platense María Celeste Tejedor y comenzó así la triste experiencia que le tocó vivir.
p>"Todo empezó con un simple seguimiento por teléfono después de dar positivos mis papás y mi hermano, hisopados en el Instituto Médico Platense (IMP), resultados que tuvieron una demora aproximada de 4 días. La única indicación era que si tenían fiebre tomaran paracetamol", comenzó la joven. Los primeros días no tuvieron síntomas, pero poco a poco el estado de salud de su mamá se complicó y el médico que le hacía el seguimiento telefónico indicó que la llevaran al IMP.María Celeste explicó que "hasta ese momento decía que era todo normal del cuadro, tuvo que ser hospitalizada ahí mismo, mi papá no estaba como ella pero sí tenia mucha fiebre y decidió que lo controlen en ese mismo momento". Le midieron la saturación en sangre y una enfermera le dijo que debía esperar al médico para que lo evaluara: "Llegó el médico, el doctor Morandi, el cual le dice: '¿Señor usted por qué sigue acá? Váyase a su casa!'. Mi papá exigía una placa, la cual no le hicieron. Ese mismo día mi mamá quedó internada en este instituto, mi papá volvió a casa sin controlar sus pulmones y con mucha fiebre", siguió. Pasada una noche, su padre empeoró y decidieron llevarlo al Hospital Italiano donde "no solo le hicieron la placa si no que también lo medicaron, pero todo se complicó más cuando estaba esperando ser atendido".
Entretanto, la situación de la mujer empeoró y el hombre recibió un dramático llamado desde el Instituto Médico Platense: "(Era) la doctora Ordoñez diciendo que mi mamá estaba muy grave, que necesitaba un respirador y ahí no tenían para darle y que la habíamos llevado tarde a hacerse atender, cuando había sido guiada por un médico que decía que todo iba bien".
Alarmada tras enterarse de lo que pasaba, Tejedor se acercó el centro de salud y se encontró con la especialista quien "de muy mal modo" le dijo que su mamá estaba grave y que debía trata de encontrarle una cama con respirador. "Muy cerca mío y enojada, la doctora me quería dar a entender que mi mamá se iba a morir en poco tiempo, que me resignara porque ya estaba, pero ella todavía respiraba", dijo la mujer.
Según contó en el posteo, le preguntó a la médica qué debía a hacer, si debía salir a buscarle una cama ella misma y la profesional le respondió "hacé lo que quieras". "No dudé ni un segundo, me recorrí la ciudad de La Plata de madrugada buscando cama en terapia intensiva, todos me decían que eso no lo tenia que hacer yo y que le correspondía a los médicos, el traspaso era de médico a médico. Nadie tenía cama, y si tenían se la guardaban para ellos, algunos hospitales con la guardia cerrada, la desesperación era cada vez mas grande", relató. Finalmente la búsqueda dio frutos. La joven llegó hasta el hospital San Juan de Dios, donde una amiga suya que trabaja en el lugar debió suplicar que recibiera a la mujer y finalmente las autoridades del IMP y nosocomio llegaron a un acuerdo para el traslado. "Sentí un alivio en el cuerpo pero a su vez mi mamá seguía en peligro", recordó Tejedor.
"Este médico, que para mi era mi salvador, era el mismo que le dijo a mi papá que se vaya a su casa. Eran los mismos médicos que estaban en el IMP, mi hermano lo reconoció más tarde", contó luego la joven y relató que cuando llegó la ambulancia que trasladaba a su mamá, era la doctora Ordóñez quien la acompañaba. En el extenso relato de los hechos, María Celeste contó que en aquel momento la profesional se acercó a ellos y les dijo: "'Ahora, no se va a morir...', dando a entender que ahí mismo no, pero después sí".
Instantes después toda la situación dio un vuelco de 180 grados a raíz de una inusual coincidencia: el hermano de Tejedor reconoció a la médica, quien había sido alumna de su madre en el jardín de infantes. "No puedo olvidarme su cara de sorprendida. En ese momento le pedí que la salvara y me dijo que iba a hacer lo posible, su tono había cambiado por completo. Hasta nos brindó ayuda para tratar a mi papá. Nuestro descontento como familia frente a su trato se lo hicimos saber después de unos días, a lo cual pidió disculpas", agregó.
A pesar de la nueva actitud, lo cierto es que la familia tuvo que seguir esperando que finalmente les enviaran el parte de ingreso de su mamá. "Fue desgarrador escucharla gritar 'déjame déjame' cuando la empezaban a intubar. Y pensar que querían que no haga nada más por ella, aunque todavía hablaba", recordó la joven con dolor y luego contó que volvieron a recibir más maltratos: "Salió el doctor Morandi diciendo de muy mal modo que él no la hubiera intubado, y que 'la materia de Dios no la había rendido'. De más esta decir que no podía dirigirse a nosotros de esa manera, nosotros empatizamos con los médicos, pero ¿con nosotros quien empatiza?", se preguntó. "Lo que estamos viviendo puede enojar a los médicos y hacerlos colapsar, pero creo que nosotros no tenemos la culpa si el Estado no equipó hospitales y no brindó lo necesario para que todo esto no ocurra. Gracias a Dios una vez que ingresó a la unidad de terapia intensiva nos encontramos con otra calidad humana, los partes médicos no eran alentadores pero nos sentíamos contenidos, respetados y tranquilos que estaban haciendo lo posible", relató la joven.
Durante los días que su mamá permaneció en terapia, María Celeste le llevó cartas "donde agradecía profundamente a la persona que se las leía y le mandábamos mucho amor y fuerzas; sabía que aunque estuviera dormida podía sentir ese cariño, siempre me recibieron muy amables y hasta me agradecieron que lo hiciera". "Eso habla de calidez humana, que no todos tienen y se valora un montón. Me comuniqué con el Jefe de terapia y le hicimos saber lo agradecidos que estábamos a pesar de todo", contó.
"Los días pasaban y nosotros buscábamos alternativas para poder ayudar desde afuera, nos informamos sobre el ibuprofeno inhalado, que a muchas personas ayuda, pero en este caso nos decían que no servía, lo mismo que el plasma. Pero si nada de esto tiene contraindicación, ¿por qué negarlo? Preguntas que nos hacemos una y mil veces", cuestionó. Después de siete días internada, la mamá de la joven falleció. "Papá pudo recuperarse en casa gracias a la atención del Hospital Italiano que controló sus pulmones en cada visita a la guardia y gracias a un médico amigo de la familia que nos guió en esta desesperación después de que desbordáramos con mamá. Esta publicación la hice con el fin de que se sepa la otra cara de la pandemia que nadie cuenta, la mala atención y organización de algunos hospitales y ese seguimiento por teléfono que te lleva directo a lo peor", planteó.
"Los protocolos, después de más de un año de pandemia, tendrían que haber cambiado. No pueden mandarte a casa con paracetamol sin mínimo hacerte una placa, yo no sé como seria hoy la historia si a mi mamá la hubieran controlado antes, estuvo muchos días sin medicar. El corticoides que ayudó a mi papá, a mi mamá recién se lo dieron estando internada, cuando ya sus pulmones estaban tomados", escribió y cerró: "Siempre nos quedaremos con la duda de qué hicieron en el Instituto Médico Platense esos dos días que estuvo en sala antes de que empeorara su cuadro. De más esta decir que si desde arriba hubieran cumplido en tiempo y forma con las vacunas mi mamá a sus 68 años estaría con nosotros disfrutando de sus nietos y de la vida que tenía por delante. Se había vacunado con la primera dosis 4 días antes de empezar con los síntomas (vacuna Sinopharm), sin enfermedades preexistentes. Espero que esta experiencia que vivimos como familia pueda ayudar a alguien, por que a mi mamá no me la van a devolver.
Vale destacar que nos comunicamos con las autoridades del Instituto Médico Platense para conocer su versión de lo sucedido, pero no obtuvo respuestas. Fuentes: lamovidaplatense.info y 0221.com.ar