Si bien los niveles de contaminación del aire en zonas industriales de La Plata se redujeron, en el casco urbano se incrementaron en los últimos años.
p>Andrés Porta, doctor en bioquímica, investigador de la CIC y director del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM) viene estudiando desde hace más de dos décadas este fenómeno que afecta a la salud y al medioambiente.“En el Gran La Plata se reconocen dos fuentes principales de emisión de contaminantes industriales. Las emisiones de fuente industrial, particularmente las del Polo Petroquímico de Ensenada. Lo mismo ocurre en Bahía Blanca con su Polo Petroquímico, o con otros Polos industriales con alta actividad productiva, por ejemplo, en la zona Zárate-Campana-San Nicolás (siderurgia), u Olavarría (tosquera y cementera). La otra fuente preponderante es el tránsito automotor, cuyo aporte se incrementa al crecer el parque automotor, y no desarrollarse una política de regulación del mismo”, detalló Porta.
El experto aseguró que en los últimos años “han disminuido los niveles de contaminación atmosférica en la zona industrial de La Plata, seguramente en función de los acuerdos logrados desde el OPDS y las empresas del Polo”.
Por ejemplo, para material particulado (MP) -aerosoles- de la fracción con tamaño menor a 10 micrones (MP10), en 2015 se encontraban valores de MP10 entre 55 y 60 µg/m3 y entre 2018 y 2019 los valores estuvieron en unos 30 µg/m3.
En cambio, en el casco urbano de La Plata en 2015 se registraban valores que estaban entre 15 y 20 µg/m3, mientras que en 2018-2019 los valores se elevaron entre 25 y 30 µg/m3, acercándose a los niveles de zona industrial. “Evidentemente hay que controlar las emisiones del parque automotor”, remarcó.
“En varias ciudades de argentina, La Plata entre ellas, se pudo observar disminuciones muy destacadas del nivel de contaminantes en el aire. El estudio se realizó en base a mapas elaborados en la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) a partir de la información satelital sobre las ciudades de Rosario, Mendoza, y San Miguel de Tucumán, y actualizó los datos disponibles sobre la ciudad de Córdoba y Buenos Aires, que pusieron en evidencia una destacada disminución en los niveles del dióxido de nitrógeno (NO2)”, explicó Porta.
El NOâ‚‚ es uno de las especies gaseosas elegidas para monitorear la calidad del aire, debido a que su abundancia está muy relacionada al tránsito vehicular y aéreo, también a la actividad de algunas industrias.
En La Plata, además, la concentración de NO2 descendió un 52% durante el aislamiento estricto que rigió desde marzo del 2020, principalmente por la reducción del tránsito vehicular.
Los contaminantes más destacados son los reconocidos como contaminantes criterio, porque están regulados por la legislación vigente (dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono, ozono y MP10), justamente debido a sus efectos sobre la salud de la población y el medio ambiente. A estos se suman los compuestos orgánicos volátiles (COVs), y los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), varios de ellos con propiedades carcinogénicas; y metales adsorbidos al MP.
Estos gases son reconocidos por sus propiedades sofocantes e irritantes de las vías respiratorias. El MP, sobre todo los de tamaño menor a 2,5 micrones, está asociado directamente con el incremento de la mortalidad para la población expuesta.
Dada su mayor vulnerabilidad, los grupos poblacionales más afectados son los adultos mayores y los niños. La Organización Mundial de la Salud (OMS establece niveles guías para los contaminantes que no deben sobrepasarse para evitar efectos nocivos para la salud expuesta. Fuentes: lamovidaplatense.info e infoblancosobrenegro.com