Aunque la nueva composición del Congreso de la Nación se terminará de definir el próximo 14 de noviembre cuando se celebren las Elecciones Generales, el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) permite vislumbrar cómo será el Parlamento con el que Alberto Fernández deberá gobernar los últimos dos años de su gestión.
p>Y las noticias para el mandatario, de repetirse los mismo guarismos de las PASO en las Generales, no son auspiciosas. Con una Cámara de Diputados y un Senado prácticamente dividido en mitades un escenario de paralización total de la actividad parlamentaria no es del todo imposible por lo que el oficialismo deberá apelar a todo su poder de negociación para lograr sacar adelante sus proyectos.En Diputados se renuevan 127 bancas (la mitad de ese cuerpo) y en el Senado, 24 (un tercio). Más de la mitad de los cargos para la Cámara baja saldrán de cuatro distritos: Buenos Aires (35 diputados), Ciudad de Buenos Aires (13 diputados), Córdoba (9 diputados) y Santa Fe (9 diputados).
Del total de bancas en juego este año, 60 están en poder de Juntos por el Cambio y 51 ocupadas por representantes del Frente de Todos. De mantenerse en las Generales los resultados de las PASO, el Frente de Todos seguiría siendo la primera minoría en la Cámara Baja pero con tres bancas menos que las que tiene en la actualidad y conformaría un interbloque de 117 Diputados y no tendría quórum propio. Juntos por el Cambio, al segunda minoría reforzaría su posición en Diputados al renovar todas las bancas que ponía en juego y sumar una más. Así el interbloque macrista sumaría 116 legisladores, apenas uno menos que el oficialismo.