El arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, sería nombrado Cardenal Primado de la Argentina. La noticia fue publicada por infovaticana.com. Esta designación no ha sorprendido a muchos, dado su cercanía con el Papa Francisco.
Tucho con el periódico Columnas de la Iglesia,
uno de los medios del Grupo Primera Página.
Monseñor Santiago Copello.
La arquidiócesis de La Plata ha tenido varios obispos, que luego fueron nombrados cardenales.
Monseñor Santiago Copello, fue obispo auxiliar de La Plata y luego arzobispo de Buenos Aires, donde fue nombrado el primer cardenal argentino.
Monseñor Eduardo Francisco Pironio.
Otros que estuvieron en La Plata fueron monseñor Eduardo Francisco Pironio y monseñor Raúl Francisco Primatesta, ambos fueron obispos auxiliares de La Plata y monseñor Antonio Quarracino que fue arzobispo de La Plata y luego arzobispo de Buenos Aires.
Monseñor Raúl Francisco Primatesta.
Monseñor Antonio Quarracino.
Monseñor “Tucho” Fernández, si bien nació y fue ordenado sacerdote en la provincia de Córdoba, se desempeñó como docente, vice-decano y luego decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Buenos Aires.
Luego, el prelado más amigo de Jorge Mario Bergoglio fue elegido rector de esa misma casa de estudios. La Santa Sede debía confirmar el nombramiento, pero demoró más de un año. Es sabido que muchos cardenales y personas influyentes en Roma, no querían que Fernández ocupara ese cargo.
Cuando Bergoglio fue elegido Papa, y sólo habían pasado dos meses de su pontificado, nombró a monseñor Fernández como arzobispo. Es poco frecuente que un obispo que no tiene diócesis a su cargo, sea nombrado directamente arzobispo, ocupando un cargo más administrativo que pastoral. Por tanto, fue evidente que el Papa dejó un signo claro de apoyo, a quien continuó siendo arzobispo y rector de la Universidad Católica Argentina.
En el año 2018, el Papa lo nombró arzobispo de La Plata, sucediendo a monseñor Héctor Aguer, cuando éste apenas –menos de un mes- había cumplido sus 75 años. La aceptación de la renuncia del arzobispo Aguer, se realizó de forma tan rotunda que ni siquiera continuó siendo gobernador interino de la diócesis hasta la toma de posesión de su sucesor, como suele suceder.
Monseñor Héctor Aguer.
El mismo monseñor Aguer ha comentado, aún en medios de comunicación, su sorpresa y dolor por la forma en que sucedieron las cosas. El Papa nombró administrador apostólico a monseñor Alberto Bochatey, hasta que llegara Tucho. Bochatey fue asesor y vocero de Bergoglio en Buenos Aires en los temas de bioética.
Monseñor Alberto Bochatey.
El anuncio oficial de su nombramiento, junto al de otros purpurados, se realizaría el próximo domingo, cuando el Papa reza el Angelus desde la ventana del Palacio Apostólico.
Cabe destacar que justamente este domingo no es cualquier día del calendario argentino: es 17 de octubre, el día peronista por excelencia. Y si tenemos en cuenta la pasional y doctrinaria pertenencia ideológica de Jorge Mario Bergoglio al peronismo, el anuncio estaría viciado de un simbolismo de extraordinaria relevancia.
Francisco, el Papa peronista.
Actualmente, según está publicado en la web del Vaticano, quienes integran el Colegio de Cardenales son 215. De ellos tienen derecho a elección 121 y 94 no son electores. Los creados por San Juan Pablo II son 57, Benedicto XVI nombró 65 y el papa Francisco promovió a 93.
El 23 de septiembre falleció el cardenal Jorge Urosa, arzobispo emérito de Caracas. Con su muerte, el purpurado venezolano dejaba el número de cardenales electores en 121. El próximo 7 de noviembre los 80 años del cardenal Angelo Scola reducirán a 120 ―el límite puesto por Pablo VI― el cuerpo de los purpurados que pueden entrar, votar y ser elegidos en un cónclave.
El día que Juan Pablo II nombró
cardenal a Jorge Mario Bergoglio.
El 7 de enero de 2022 el chileno Ezzati dejará la primera vacante al llegar a los 80 años. A lo largo de 2022, otros nueve cardenales perderán su derecho a participar en un cónclave. Por tanto, el 29 de diciembre de 2022, cuando Maradiaga cumpla 80 años, los purpurados electores, si no hay más fallecimientos, sería de 110, con 10 vacantes.
Francisco suele adelantarse a estas vacantes, así lo ha hecho durante su pontificado. Por tanto, si ya se intuía un consistorio para la creación de cardenales cercano, las muertes de los purpurados Urosa y Sim ―el pasado mayo― convirtieron esa intuición prácticamente en una certeza. Así os lo contamos en septiembre.
El sitio web Il Sismógrafo, medio habitualmente bien informado sobre estas cuestiones, se atreve a dar una fecha: el próximo domingo. Su Santidad haría públicos los nombres de los nuevos cardenales tras el rezo del ángelus del 17 de octubre, desde la ventana del Palacio Apostólico vaticano.
El octavo consistorio para la creación de cardenales del pontificado de Francisco tendría lugar el próximo noviembre. Los nuevos purpurados no serán muchos, ya que, según el mismo medio, estaría previsto otro consistorio para mediados de 2022.
Actualmente, de los 121 electores tenemos 13 creados por Juan Pablo II, 38 por Benedicto XVI y 70 por Francisco.
Entre los candidatos a convertirse en nuevos miembros del Colegio cardenalicio tenemos a los curiales Lazarus You Heung-sik, prefecto de la Congregación para el Clero; Arthur Roche, prefecto para el Culto Divino; Fernando Vérgez ―sus 76 años podrían suponer un problema―, gobernador del Vaticano; y, como apunta Il Sismógrafo, Paul Richard Gallagher, actual secretario de Relaciones con los Estados del Vaticano.
En cuanto a pastores de la Iglesia más allá de la Santa Sede tenemos a Carlos Castillo, arzobispo de Lima; Víctor Manuel Fernández, arzobispo de La Plata; Michel Aupetit, arzobispo de París; Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá… y quizá nos encontremos una sorpresa estilo James Martin.
Actuales cardenales argentinos: Estanislao Karlic (95 años), no elector. Luis Villalba (87 años), no elector. Leonardo Sandri (77 años), elector. Mario Poli (73 años), elector.
El actual Cardenal Primado de la
Argentina, Mario Poli.
Víctor Manuel Fernández o simplemente Tucho, como lo apodaron en su Alcira Gigena (Córdoba) natal, no es un arzobispo más, sino un hombre del riñón de Jorge Bergoglio considerado el “teólogo del papa” y el intérprete más fundamentado de la doctrina social de Francisco. Por eso, cuando el arzobispo de La Plata habla de cualquier tema coyuntural, sus dichos impactan en el escenario político vernáculo y llevan a preguntarse si lo hace por motu proprio o con el aval pontificio.
Tucho ha explicado mil y una vez por qué se identifica con la prédica papal. "Más que amigo, soy hijo de Bergoglio. Sus palabras me han marcado para el resto de mi vida", ratificó hace un año. La filiación nació en el trajín de redacción del documento final de la cumbre episcopal latinoamericana de 2007 en Aparecida, Brasil; la que catapultó al jesuita y arzobispo de Buenos Aires al papado.
El intercambio de datos entre Francisco y Tucho es permanente, al punto de que el arzobispo platense es -según él mismo reconoció- a quien el papa elige llamar por teléfono para entender de primera mano qué pasa en el país, más allá de los informes que le preparan en el Vaticano con la lógica eclesiástica de que “a Roma llega lo que a Roma va”.
La crisis política del Gobierno, emergente del resultado adverso del Frente de Todos en las elecciones primarias, con el consiguiente aluvión de renuncias puestas a disposición del Presidente Alberto Fernández y el riesgo latente de un quiebre del frente gobernante, no fueron la excepción a esa regla comunicacional entre Roma y La Plata.
Fuentes: PrimeraPagina.info, NoticiasEnsenada.info infovaticana.com, LetraP.com.ar LaMovidaPlatense.info; VisionPolitica.info
Fuentes:
LaMovidaPlatense.com.ar, VisionPolitica.info, NoticiasEnsenada.info, CriticaArgentina.com.ar, PrimeraPagina.info
