La rata más chica te da la mano: ¿Qué pasaría en la CABA si desentubaran los arroyos como el Medrano?

22-11-2021 - Por Primera Página

En la primera mitad del siglo XX, la ciudad de Buenos Aires fue borrando paulatinamente parte de su topografía. Los cursos de agua que atraviesan su territorio comenzaron a ser entubados con el objetivo de evitar los problemas de inundación y contaminación, y las cañadas se rellenaron para reemplazarlas por las obras de conductos pluviales. Hoy, la ciudad porteña está atravesada por ríos invisibles, cuyas cuencas más importantes son las del arroyo Medrano, Maldonado y Cildáñez.

p>Recientemente, el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires anunció que consiguió financiamiento del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento por un monto de 200 millones de dólares para los trabajos de consultoría de un proyecto para reabrir parte del arroyo Medrano en su recorrido por el Parque Saavedra, originalmente llamado Paseo Del Lago, ya que era recorrido por este arroyo.

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La iniciativa consiste en cavar un sección de 500 metros de largo de forma sinuosa que correrá paralelo al arroyo entubado y en primer momento tendrá agua de la capa freática y el agua de lluvia cuando haya precipitaciones y, en el largo plazo, una vez descontaminadas las aguas del arroyo Medrano, también contará con ese aporte hídrico. La traza contaría con un valle de inundación sin revestimiento que facilitaría que el suelo pueda absorber el exceso de agua, que se liberaría de forma lenta en el caso de grandes lluvias.

Entre las organizaciones barriales de Saavedra se generó una polémica porque desde la Asamblea Vecinos Inundados y el Club de Amigos del Parque Saavedra se oponen a la obra, ya que la consideran innecesaria, que podría ser solo un negocio y por el temor a que aumenten las inundaciones. Por eso, el domingo 24 de octubre realizarán en el Parque Saavedra un festival en rechazo a la iniciativa.

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Las últimas obras de importancia en el entubado del arroyo Medrano se habían hecho en el año 2005, durante la gestión de Jorge Telerman, con el objetivo de mejorar su capacidad de transporte de agua. En el año 2012, un informe de la Auditoría Porteña indicaba que todas las obras de mejoramiento estaban paradas y que, por la falta de mantenimiento, podían producirse nuevas inundaciones, lo que finalmente ocurrió el 2 de abril del año siguiente.

Sobre esta preocupación, Martín Graziano, doctor en Ciencias Biológicas e investigador adjunto de CONICET del Instituto de Ecología, Genética y Evolución en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, le dijo a TSS: “He visto la idea del proyecto y si estuviese bien hecho no aumentarían las inundaciones. Más que un desentubamiento del arroyo Medrano, se trataría de liberar una parte de la correntía que vendría en la lluvia para ese valle de inundación, ese arroyo libre. Entonces, el entubado original seguiría estando y con un sistema de compuertas ellos habilitarían o no por dónde pasa el agua. Creería que así tendría un mayor área para captar el agua de lluvia, ya que se estaría incrementando ese volumen y mejorando la infiltración del terreno”.

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Graziano también habló sobre la importancia de que haya participacion de las organizaciones y asambleas vecinales en la elaboracion, ejecución y supervisión de las obras. “Creo que la única manera de poder saldar estas cuestiones es que las organizaciones puedan participar de la toma de decisiones y de la gestión cotidiana, en consonancia con una democracia más participativa”.

Este tipo de proyectos se están llevando a cabo en diversas ciudades del mundo pero son muy difíciles de encarar debido a sus costos y a la dificultad de limpiar las aguas de los ríos contaminados. Por ejemplo, el río Cheonggyecheon, en Seúl (Corea del Sur) fue recuperado en el año 2005, tras haber estado entubado debajo de una ruta. En Inglaterra, el río Porter Brook sufrió diversas intervenciones durante 300 años para ser utilizado para alimentar molinos, y posteriormente fue entubado hasta que en el año 2008 fue recuperado para devolverle su valor ecológico.}

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“No es algo que sea la norma pero está cambiando el paradigma del entubamiento de arroyos para que se revalorice el contacto con los ecosistemas acuáticos y todos los beneficios que tienen para la sociedad”, dijo el especialista. Y agregó: “Es importante tener en cuenta el factor de las inundaciones porque es verdad que con esto quizás uno está más expuesto al agua, a las crecidas, pero también se puede favorecer que empiece a haber sistemas más descentralizados de infiltración del agua de lluvia y no que toda el agua de lluvia tiene que ir a parar a los arroyos. Hay que pasar de un paradigma hidráulico a uno de ecosistemas o socioecosistemas, porque estamos viendo el fracaso de ese tipo de gestiones tan jerárquicas, tan tecnocráticas, que lo único que han generado son muchos problemas de inundaciones. Al haber crecido tanto las ciudades, con tanto cemento, la capacidad de infiltración de las aguas se redujo y todo ese exceso de agua fue a parar a los arroyos”.

Se espera que este tipo de soluciones también atraiga fauna silvestre, especialmente aves, siempre y cuando se combine con vegetación de especies nativas. “En Claypole, a la vera del arroyo San Francisco, en los últimos dos años se ensanchó el arroyo para mitigar las inundaciones que sufría una zona y, a través de toda la vegetación que se está regenerando y nosotros estamos impulsando, con plantas y arbustos nativos, eso ha hecho que volvieran un montón de aves que antes no se veían en esa zona. Hay teros, garzas y distintos tipos de fauna nativa. Gracias a un pequeño cambio se ganó en biodiversidad, me imagino que en otros casos similares también podría pasar esto”, concluyó Graziano. Fuentes: lamovidaplatense.com e infoblancosobrenegro.com