David Cassani tenía apenas 14 años cuando ingresó como cadete en el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Bernal, aunque ya desde que tenía 6 soñaba con calzarse el traje que usaban para apagar incendios los protagonistas de “Llamaradas”, la película preferida de su infancia. Hoy, con 40, y con más de dos décadas de servicio, consiguió ubicarse entre los mejores bomberos del planeta al lograr un histórico tercer puesto en la competencia World Firefighter Combat Challenge —Mundial de Bomberos— de Estados Unidos, donde participó haciendo dupla con Hernán Fourcade, Jefe de Bomberos del cuartel del partido bonaerense de General Belgrano.

“Estamos felices de lo que hicimos, no lo esperábamos y tampoco esperábamos que tuviera tanta repercusión”, dice Cassani a pocos días de haber regresado de Fort Pierce, en el estado norteamericano de Florida, donde se desarrolló entre el 2 y el 6 de noviembre el evento que reúne a los mejores bomberos de todo el mundo.

El pasado martes, cuando regresó al cuartel ubicado en la avenida Dardo Rocha entre las calles 9 de julio y Don Bosco, de la localidad de Bernal, todos sus compañeros lo sorprendieron con un recibimiento en el que no faltaron aplausos, bocinazos y el característico sonido de las sirenas, que se hicieron sentir bien fuerte en homenaje al hombre que representó de la mejor manera a los bomberos argentinos.

"Llegamos a Ezeiza y había camiones de bomberos, camionetas, bomberos de otros cuarteles, fue algo increíble, nunca había pasado por algo así”, señala Cassani, que ya había podido conquistar medallas en una competencia a nivel sudamericano, donde también se ubicó en el tercer puesto, y fue campeón nacional en tres ocasiones, aunque nunca había tenido la chance de participar en el Mundial de Bomberos.

Cassani y Fourcade se convirtieron en los primeros bomberos de nuestro país en alcanzar el podio en este certamen internacional, que en su 30º aniversario recibió a más de 160 bomberos y bomberas de diferentes partes del mundo.

Durante cinco días, el World Firefighter Combat Challenge pone a prueba la capacidad atlética y la preparación como rescatistas de los bomberos competidores a través de un circuito que simula una situación de emergencia.

Al comienzo del circuito, los participantes deben subir a toda velocidad una escalera que tiene la altura de un edificio de cinco pisos, cargando sobre sus hombros dos rollos de mangueras y vistiendo el tradicional traje de bomberos, que pesa entre 20 y 30 kilos. Una vez arriba, deben levantar dos rollos más de manguera que están atados a una cuerda asegurada en una baranda, para luego apoyarla en un sector de la torre y bajar corriendo hasta un carril, donde deben empujar un bloque macizo de 7 kilos y medio con un martillo de 5 kilos, que debe desplazarse un metro y medio del lugar donde se encontraba inicialmente.

Al cumplir con esa prueba, tienen que realizar un desplazamiento en zigzag siguiendo el recorrido de unos conos que conducen a un sector donde hay una manguera. Cargando la manguera, que llega a pesar hasta 100 kilos, deben correr varios metros hasta llegar a un lugar donde deben apuntar y acertar con el chorro de agua hasta derribar un blanco. La agotadora prueba llega a su fin cuando el competidor logra cruzar la línea de llegada sosteniendo un muñeco que pesa más de 80 kilos y que tiene que arrastrar a través de una extensa pasarela.

Todo eso deben realizarlo lo más rápido posible, en una misma pasada y sin cometer errores durante el trayecto. Cassani y Fourcade, que compitieron en la categoría grupal de dos personas —conocida como “tándem”— para mayores de 40 años, accedieron al podio tras completar el circuito en un tiempo de 1 minuto y 34 segundos.

“Quedamos lejos del equipo que salió segundo, nos sacaron 10 segundos de diferencia”, indica Cassani, aunque reconoce: “Antes de participar no sabíamos cómo era desde adentro la competición porque la veíamos por televisión, ahora ya sabemos cómo es y dónde tendríamos que mejorar para poder bajar los tiempos”.

La hazaña de los bomberos bonaerenses no hubiera sido posible sin el estricto entrenamiento físico que siguieron para llegar en óptimas condiciones físicas al evento. “Durante la semana, de los siete días, entrenamos mínimo seis y hubo semanas que, de esos seis días, tres los hacíamos con doble turno”, precisa Cassani, que realiza entrenamientos de este tipo desde hace cinco años con la mira puesta en las distintas competencias de bomberos.

Tras el notable debut en el Mundial de Bomberos, la dupla se ilusiona con sumar más medallas representando a la Argentina en futuras competiciones, aunque uno de los obstáculos es la parte económica, ya que los bomberos deben costearse sus propios viajes. “El año que viene hay dos fechas muy importantes: una es en Alemania y la otra en Estados Unidos nuevamente, pero a mí no me va a dar el presupuesto para viajar a las dos”, observa Cassani.

Más allá de la medalla y el reconocimiento, Cassani anhela que sus logros puedan motivar a otras personas. “Estoy intentando que otros bomberos repliquen lo que nosotros hacemos y sigan el ejemplo de entrenar, de estar bien de salud”, comenta el experimentado bombero de Bernal, que comparte a través de su cuenta de Instagram (@elchinito_fcc) sus distintas rutinas de entrenamiento. Fuentes: lamovidaplatense.com e infocielo.com