Cálculos renales: ¿por qué aumentan en verano?
La llegada del verano trae consigo días de calor, actividades al aire libre y, para algunos, un aumento en el riesgo de sufrir cálculos renales, también conocidos como litiasis renal. Este problema de salud, que afecta a millones de personas cada año, se intensifica durante los meses cálidos debido a factores como la deshidratación y una predisposición genética.
Los expertos señalan que las altas temperaturas favorecen la concentración de sustancias químicas en la orina, propiciando la formación de cristales que luego se convierten en piedras. Según Mariano Sebastián González, jefe de endourología del Hospital Italiano de Buenos Aires, la baja ingesta de líquidos y las dietas ricas en sal agravan el problema.
El sedentarismo y el consumo excesivo de sodio, presente en alimentos procesados, son factores de riesgo adicionales. Por el contrario, una dieta equilibrada rica en frutas y verduras ayuda a prevenir la formación de cálculos al reducir la acidez de la orina.
La prevención comienza con una hidratación adecuada: al menos 2,5 litros de agua al día en épocas de calor. No solo se trata de evitar un dolor agudo e incapacitante, sino también de prevenir complicaciones serias como infecciones urinarias y daño renal.
Con el verano en el horizonte, la recomendación es clara: priorizar el agua y cuidar la dieta. Es un cambio simple que puede evitar una experiencia dolorosa y repetitiva.