Un fenómeno curioso está ganando atención en las redes sociales: perros que simulan enfermedades para llamar la atención de sus dueños. Según expertos en comportamiento animal, estos animales aprenden rápidamente a asociar ciertos comportamientos, como cojear o toser, con una respuesta emocional o física positiva, como caricias o golosinas.

Aunque este comportamiento puede parecer divertido o inofensivo, los especialistas advierten que podría ser un indicio de que el perro no está recibiendo suficiente atención o afecto. El veterinario Dr. Richard Pitcairn señala que estos síntomas simulados pueden reflejar una necesidad de interacción emocional más profunda.

Para evitar que las mascotas recurran a estas tácticas, es fundamental proporcionarles un bienestar físico y emocional constante, asegurando que reciban el ejercicio y la atención que requieren. Sin embargo, es crucial también estar atentos a cualquier signo de enfermedad real, como fiebre o vómitos, para no confundirlos con un comportamiento simulado.

Este fenómeno resalta la inteligencia y adaptabilidad de los perros, quienes no solo aprenden de sus experiencias, sino que también buscan maneras de satisfacer sus necesidades afectivas.