Los costos asociados al turismo de playa se han convertido en un factor determinante para las vacaciones de verano. Entre los principales destinos, Mar del Plata, Pinamar, Punta del Este y Florianópolis se destacan no solo por su belleza, sino también por la disparidad de precios que reflejan distintas realidades económicas.

Los jugadores clásicos, como las hamburguesas con papas fritas, evidencian estas diferencias. En Mar del Plata, este combo cuesta $12.000, mientras que en Pinamar sube a $15.000 y en Punta del Este trepa hasta los $24.000. Florianópolis, una opción atractiva para quienes cruzan a Brasil, ofrece este menú por $10.000 (60 reales).

Otros infaltables, como la docena de churros, también sorprenden. En Punta del Este, es la opción más económica a $8.581, superando incluso a los precios de Mar del Plata ($9.000) y Pinamar ($10.000). En Florianópolis, los churros cuestan $8.500 (50 reales), consolidándose como una alternativa más accesible.

El alquiler de una sombrilla con reposeras para ocho personas en Mar del Plata cuesta $80.000, un precio significativamente más alto que los $58.800 de Pinamar. En Punta del Este, una sombrilla básica cuesta 15 dólares (aproximadamente $25.000 según el tipo de cambio). Florianópolis vuelve a ser competitivo con un costo promedio de $10.000 (60 reales).

Para los amantes de las cervezas en la playa, el porrón varía desde $3.000 en Mar del Plata hasta $10.011 en Punta del Este. Florianópolis, en cambio, ofrece precios más accesibles, alrededor de $3.000 (18 reales).