Dietas drásticas: el falso remedio para perder peso
Cada inicio de año, la promesa de perder peso tras los excesos navideños suele llevarnos a las dietas rápidas. Sin embargo, las investigaciones indican que el 95% de las personas que optan por este tipo de dietas no solo recuperan el peso perdido, sino que incluso terminan ganando más kilos con el tiempo.
El principal problema de estas dietas es su enfoque temporal. Muchas personas las ven como un sacrificio puntual para alcanzar un objetivo rápido, pero al terminar, regresan a sus viejos hábitos alimenticios, lo que perpetúa el círculo vicioso de ganar y perder peso.
Para la entrenadora Natàlia Calvet, esta visión es perjudicial. La alternancia entre “alimentación normal” y “hacer dieta” solo genera frustración y trastornos alimenticios. La clave, señala Calvet, está en trabajar de manera progresiva hacia un estilo de vida saludable, sin recurrir a soluciones extremas.
El cambio debe ser gradual, integrando hábitos alimenticios equilibrados que incluyan verduras, proteínas y grasas saludables. La idea no es privarse, sino disfrutar de una alimentación rica y nutritiva sin caer en los excesos.
Este enfoque realista y sostenible permite lograr un bienestar integral, algo que las dietas rápidas no ofrecen. Cambiar nuestros hábitos de manera consciente y constante es la verdadera solución para mantener un peso saludable a largo plazo.