El desafío 75 Hard: ¿una meta de fortaleza mental o un riesgo para la salud?
El inicio de un nuevo año es un momento propicio para fijarse metas desafiantes. En este contexto, el programa 75 Hard ha vuelto a ser tendencia en redes sociales y foros de fitness, prometiendo transformaciones radicales tanto físicas como mentales. Creado por Andy Frisella, este desafío se describe como un proceso de fortalecimiento mental, con reglas estrictas que incluyen ejercicios diarios, una dieta sin alcohol ni "comidas trampa", y lectura diaria de libros de desarrollo personal. Sin embargo, su rigidez extrema ha levantado críticas.
Si bien algunos participantes reportan mejoras notables, como mayor control sobre sus hábitos, los expertos advierten sobre los riesgos de un enfoque tan implacable. La falta de días de descanso y la insistencia en un régimen sin "excepciones" podrían tener efectos negativos en la salud física y mental. Para muchos, la imposibilidad de disfrutar de una comida ocasional o de descansar de vez en cuando genera una relación poco saludable con la comida y el ejercicio.
En este sentido, surgió el "75 Soft", una versión más flexible que adapta el desafío original a un estilo de vida más sostenible. Esta alternativa propone un solo entrenamiento diario, días de recuperación activa y permite pequeñas indulgencias, como el consumo ocasional de alcohol.
Si bien el reto original podría ser un desafío admirable para algunos, la clave para hábitos saludables a largo plazo está en la gradualidad y el equilibrio. Un enfoque extremo podría ser contraproducente, ya que los cambios duraderos requieren tiempo y flexibilidad, no imposiciones inflexibles. Como sugieren algunos expertos, lo más importante es encontrar un programa que uno sea capaz de completar, sin sacrificar el bienestar integral.