El ejercicio: el aliado inesperado para cuidar tu visión
La vista, uno de los sentidos más preciados, enfrenta múltiples desafíos con el paso de los años. Pero, ¿sabías que el ejercicio físico puede ser clave para protegerla? Mantenerte activo no solo fortalece tu cuerpo, también puede reducir el riesgo de enfermedades oculares como el glaucoma y la degeneración macular.
Diversos estudios confirman que el ejercicio físico mejora la circulación sanguínea, reduce la presión intraocular y controla factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión, todos ellos vinculados con problemas visuales. Además, ciertos tipos de actividades ofrecen beneficios específicos para tus ojos.
Ejercicio aeróbico
Caminar, correr o andar en bicicleta son excelentes para reducir la presión ocular y mejorar la circulación. Dedica al menos 30 minutos, tres veces por semana.
Yoga y Pilates
Estas prácticas no solo reducen el estrés, sino que también mejoran el flujo sanguíneo hacia la cabeza. Posturas como las inclinaciones hacia adelante son ideales para estimular la salud visual.
Entrenamiento de fuerza
Realizar ejercicios con pesas ligeras o bandas de resistencia ayuda a mantener un peso saludable, disminuyendo el riesgo de enfermedades como la retinopatía diabética.
Ejercicios visuales
Aunque no son físicos, movimientos simples como enfocar en objetos cercanos y lejanos relajan los músculos oculares y complementan tu rutina.