Los jóvenes de 18 a 24 años están priorizando la nutrición sobre el sabor en sus elecciones alimentarias, lo que ha generado un fenómeno llamativo: casi un cuarto de sus comidas no les resulta placentero. Esta tendencia, revelada por un estudio de Warburtons, pone en evidencia el enfoque hacia alimentos proteicos como licuados y suplementos, pero también expone una preocupante falta de conocimiento sobre dietas equilibradas.

El 40% de la Generación Z admite desconocer qué constituye una dieta equilibrada, mientras que un 19% tiene conocimientos deficientes en nutrición. En un escenario dominado por las recomendaciones de las redes sociales, el 64% de los jóvenes basa sus decisiones alimentarias en información que, muchas veces, carece de rigor.

La obsesión con la proteína no es exclusiva de los adultos jóvenes; Los adolescentes también están adoptando suplementos para mejorar su rendimiento físico o mantener dietas equilibradas. Sin embargo, los expertos advierten que un consumo excesivo de proteínas puede eliminar nutrientes esenciales como carbohidratos y fibra, fundamentales para un desarrollo saludable.

La atleta Mary Earps resumió el desafío: “Es crucial alimentarse bien, pero esto no debe hacerse a costa del disfrute personal”. Su reflexión destaca un punto clave: encontrar un equilibrio entre nutrición y placer podría ser la verdadera receta para una dieta saludable y sostenible.