La nectarina, también conocida como pelón, no solo seduce por su sabor jugoso y su piel lisa, sino que ofrece un perfil nutricional envidiable que la convierte en una fruta imprescindible para quienes buscan mejorar su salud de forma natural.

Con apenas 40-50 calorías por cada 100 gramos, esta fruta es ideal para mantener el peso corporal mientras satisface el deseo de algo dulce. Su alto contenido de fibra no solo promueve la saciedad, sino que también mejora el tránsito intestinal y actúa como prebiótico, alimentando bacterias beneficiosas que fortalecen el sistema digestivo.

Además, las nectarinas son una fuente rica en antioxidantes, como la vitamina C y los polifenoles, que reducen la inflamación y protegen las células del daño oxidativo. Estos nutrientes son especialmente valiosos para quienes enfrentan enfermedades inflamatorias intestinales o desean prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.

Su riqueza en potasio la posiciona como un alimento clave para la salud cardiovascular, ayudando a regular la presión arterial y prevenir enfermedades del corazón. Y como si fuera poco, su vitamina A protege la visión, mientras que su vitamina C mejora la absorción de hierro, combatiendo la anemia.

La nectarina no es solo una fruta más; es un auténtico cóctel de salud que demuestra cómo la naturaleza puede ser nuestra mejor aliada. ¿El secreto? Consumirla con piel para aprovechar al máximo su fibra y antioxidantes, sin olvidar que detrás de su suavidad aparente, esta fruta esconde un poder nutricional extraordinario.