En el barrio cerrado Fincas de Duggan, ubicado entre las calles 137 y 90, un incidente inquietante provocó revuelo en la zona. Un hombre interceptó a un grupo de adolescentes y les ofreció pelear, diciendo: “O arranco a los tiros o arranco a las piñas. Una de dos”. Al parecer, el individuo estaba alterado por algo que escuchó al pasar.

Este tipo de situaciones, aunque aisladas, refleja una creciente preocupación por la seguridad en zonas residenciales. Si bien el incidente no pasó a mayores, la amenaza y la actitud del agresor generan dudas sobre el grado de seguridad en áreas que, teóricamente, deberían ser más tranquilas y protegidas.

Es fundamental que las autoridades refuercen la vigilancia en estos barrios, donde la seguridad debe ser prioritaria para garantizar el bienestar de los residentes, especialmente en momentos de creciente tensión social.