Cada 29 de octubre, el mundo conmemora el Día Internacional contra el Accidente Cerebrovascular (ACV), una de las principales causas de muerte y discapacidad global. La Organización Mundial de Accidentes Cerebrovasculares advierte que 1 de cada 4 personas será afectada, y más de 100 millones viven con secuelas. Este problema ha crecido incluso en personas menores de 50 años.
Hasta el 90% de los ACV son prevenibles al controlar factores de riesgo, según expertos. La nueva Guía de 2024 de la Asociación Americana de Accidentes Cerebrovasculares ofrece estrategias para reducir la incidencia, destacando la necesidad de chequeos regulares y un estilo de vida saludable. Conocer los riesgos es fundamental para evitar esta emergencia médica.
Un ACV ocurre por la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro. Existen dos tipos: la isquemia cerebral, que es causada por la obstrucción de una arteria, y la hemorragia cerebral, que se produce cuando un vaso sanguíneo se rompe. La atención médica inmediata es crucial para minimizar el daño cerebral y las complicaciones.
La guía de prevención 2024 incluye métricas de salud para una mejor salud cardiovascular y cerebral, así como recomendaciones específicas para mujeres. Conocer los 17 factores de riesgo, como la hipertensión, mala alimentación y tabaquismo, es esencial para implementar cambios en el estilo de vida.
La adopción de un estilo de vida saludable, como seguir la dieta mediterránea, realizar actividad física regular y mantener un buen sueño, puede reducir significativamente el riesgo de ACV. Estas acciones, junto con la consulta médica periódica, son clave para prevenir esta condición.
La educación sobre síntomas y factores de riesgo es vital para mejorar los resultados de salud. La prevención primaria es la estrategia más eficaz para reducir la incidencia de ACV, protegiendo así la salud del corazón y el cerebro.