Adrián Noriega, reconocido entomólogo forense, compartió en diálogo con Radio Nacional cómo nació su interés por esta fascinante disciplina. Desde joven, su curiosidad por los insectos lo llevó a estudiar su comportamiento y su interacción con los seres vivos, lo que le permitió desarrollar una carrera en este campo tan específico.

Noriega explicó que las moscas son los primeros insectos en detectar un cadáver. Las hembras depositan sus huevos en lugares estratégicos del cuerpo, lo que crea "indicios entomológicos" cruciales para las investigaciones. Estos indicios permiten a los expertos determinar el tiempo de muerte, así como las condiciones en las que se encontró el cuerpo.

Datos reveladores sobre el momento de la muerte

A través de los estudios entomológicos, Noriega puede proporcionar información valiosa sobre la escena del crimen. "Podemos saber si el cuerpo fue trasladado, si la muerte ocurrió en el lugar o en otro sitio, y si estuvo expuesto al aire libre o cubierto", afirmó, destacando la importancia de estos datos en la resolución de casos.

El entomólogo forense también compartió algunos detalles sobre su formación. Noriega realizó estudios en biología y se especializó en entomología, lo que le brindó las herramientas necesarias para aplicar su conocimiento en investigaciones criminales y contribuir a la justicia.

Desafíos y curiosidades de su trabajo

La entomología forense presenta desafíos únicos, desde la recopilación de pruebas hasta el análisis en el laboratorio. Noriega enfatizó que cada caso es diferente y puede ofrecer sorpresas. Su trabajo no solo es científico, sino también una contribución significativa a la investigación criminal.

El papel de la entomología forense en las investigaciones es fundamental, y Noriega se siente orgulloso de ser parte de este proceso. Gracias a sus estudios y a la información que proporciona, se pueden esclarecer casos que de otro modo quedarían sin resolver, destacando la importancia de su labor en el ámbito judicial.