Cuando en la Legislatura bonaerense todavía se debate casi todo y el gobernador Axel Kicillof pugna por conseguir leyes fundamentales como el Presupuesto 2025, la fiscal impositiva y un pedido de endeudamiento (que deberían tratarse entre hoy y mañana) casi todos los dirigentes del peronismo bonaerense miran para otro lado como perro que lo están amando.

Uno de los pocos que salió a poner la cara por el mandatario provincial es el intendente de la capital de PBA, Julio Alak, quién esta tarde emitió un posteo en sus redes sociales, exponiendo con claridad las enormes dificultades que traería para la gestión del principal distrito del país, la no aprobación de esas normas fundamentales.

Cabe consignar que durante todo 2024, fue increyendo la interna peronista entre el Kicillofismo (el gobernador, algunos de sus ministros y un importante grupo de intendentes, legisladores y sindicalistas) y el sector del Cristinismo (La Cámpora y sus aliados, junto a viejas glorias K). Allí parece anidar una parte del problema en la Legislatura.

Sin embargo, también influyen una infinidad de otros factores, como la lógica picardía política del resto de los espacios con representación legislativa, que buscan sacar la mayor tajada posible del fuertísimo tironeo entre ambos dedos de la V. Todos piden algo para levantar la mano y la casa de las leyes de PBA parece un mercado persa.

Julio Alak marcó posición