En un giro inesperado de los acontecimientos, una sala de cine se convirtió en la sala de partos más inusual. El pasado miércoles, Sarah Vincent, de 39 semanas de embarazo, dio a luz a una niña mientras disfrutaba de la película animada "Sing 2" en el Cineworld Newport Spytty Park.
Todo comenzó cuando Sarah comenzó a sentir molestias y decidió buscar el baño. Al darse cuenta de que el parto era inminente, pidió ayuda al personal del cine. Rápidamente, la directora de turno, Jacey Howcroft, junto con un trabajador del cine y una espectadora, asistieron a Sarah siguiendo las instrucciones de los paramédicos.
En tan solo diez minutos, y con la ayuda de estos improvisados asistentes, nació la pequeña Lowri, de 3.200 kilos. A pesar de la situación atípica, tanto la madre como la niña se encuentran en perfecto estado de salud.
"Fue una experiencia increíblemente emocionante y un poco surrealista", comentó Jacey Howcroft. "Nunca esperábamos tener que asistir a un parto en el cine, pero estamos muy felices de haber podido ayudar".
Por su parte, Sarah Vincent expresó su gratitud hacia el personal del cine y los presentes: "Estoy eternamente agradecida por su ayuda y apoyo. No podría haber pedido un mejor equipo para este momento tan especial".
Como reconocimiento a este hecho tan singular, el cine ha decidido otorgarle a la pequeña Lowri una membresía de por vida a Cineworld Unlimited. ¡Sin duda, una bienvenida muy especial al mundo del cine!
Este inusual nacimiento ha conmovido a la comunidad y ha sido ampliamente difundido por los medios locales. La historia de Sarah y Lowri se ha convertido en una anécdota que quedará grabada en la memoria de todos los involucrados.