A partir del 1° de abril, los precios de los combustibles registrarán un incremento cercano al 5% en todas las estaciones de servicio del país. Esta subida se debe a la entrada en vigencia de un mecanismo de ajuste en dos impuestos clave para el sector, en medio de una preocupante caída en las ventas.

La nueva actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) entra en vigencia, según resolución del Gobierno nacional, con el objetivo de poner al día los cargos tributarios pendientes desde el tercer trimestre de 2021 hasta el mismo período de 2023.

Esta medida ha generado preocupación entre los estacioneros, quienes ya han expresado su inquietud ante las reiteradas subidas de precios y la marcada disminución en la demanda. Isabelino Rodríguez, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos de la Argentina (Cecha), calificó como "preocupante" la caída en las ventas, que ha sido notable en varios puntos del país.

Desde la asunción de Javier Milei, los combustibles han experimentado varios aumentos significativos. En diciembre, se aplicó un incremento del 37%, seguido por otro del 26% en enero y uno más del 6,5% en febrero, que incluyó una actualización impositiva. En marzo, las petroleras implementaron otro aumento promedio del 7,5% a nivel nacional.

Estas subidas consecutivas en los precios de los combustibles han impactado fuertemente en el consumo, reflejando una caída del 23% en enero, según datos oficiales. Algunas provincias, especialmente aquellas que limitan con otros países, han registrado descensos aún más pronunciados, llegando hasta el 25%.

La incertidumbre en el sector de los combustibles persiste debido a estos constantes ajustes, que no solo afectan a los consumidores finales, sino también a los empresarios y trabajadores del rubro, que deben adaptarse a un escenario económico volátil y desafiante.