El Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) ha presentado datos preocupantes sobre la situación de la pobreza en Argentina. Según el informe, el índice de pobreza ha alcanzado el 44,7%, marcando un aumento significativo desde el 43,1% registrado en 2022. Estas son las cifras más altas desde 2006, después del colapso económico de 2001.

Las mediciones revelan que aproximadamente 17,5 millones de argentinos viven en condiciones de pobreza, con ingresos bajos, viviendas precarias y limitaciones en salud y educación. El informe también destaca un aumento en los niveles de indigencia, llegando al 9,6% en el último trimestre del año, lo que equivale a 4,2 millones de personas. Se señala que sin la ayuda estatal, la pobreza podría llegar al 49%.

Según Agustín Salvia, director del OSDA, la inflación, el estancamiento económico y la falta de empleo formal son factores que contribuyen al aumento de la pobreza. El estudio, titulado "Deudas sociales crónicas y desigualdades crecientes", subraya la importancia de programas sociales como la Asignación Universal por Hijo (AUH) para contener la situación.

El informe revela que la tasa de pobreza ha crecido más en los sectores más bajos, alcanzando el 68%, mientras que en los sectores altos apenas llega al 11%. Además, destaca el aumento de la inseguridad alimentaria, con el 20,6% de los hogares mostrando signos de esta problemática, un incremento respecto al 18,7% de 2022.

La brecha de ingresos entre trabajadores de diferentes niveles salariales es otro aspecto destacado, siendo más del doble entre los de mayores y menores ingresos. Salvia advierte que la falta de inversión y un crecimiento desequilibrado son las causas fundamentales de la pobreza, y el gasto en transferencias sociales ha sido crucial para mantener cierta estabilidad social. El informe concluye con la preocupación de que, sin un aumento en el gasto social, la pobreza sería aún más elevada.

Fuente: 0221.com.ar