Un macabro hallazgo conmociona a La Plata: el cuerpo descuartizado de Juan Carlos Tejeira, de 44 años, fue encontrado en un basural de 60 y 179, en Los Hornos.

La víctima estaba envuelta en nylon negro, atada con alambre y cubierta con una frazada bordó, lo que evidencia la brutalidad del crimen.

El caso, investigado por la fiscal Virginia Bravo, comenzó con la denuncia de un testigo clave que presenció el asesinato. Según su relato, el crimen se originó por una discusión en un galpón de 61 bis entre 153 y 154.

En un escalofriante desenlace, Tejeira, conocido como “El Lauchi”, fue atacado con una hacha de hierro por un agresor apodado “El Colombiano”. ”.

La reconstrucción del hecho revela un posible ajuste de cuentas como móvil. Tras el homicidio, los responsables ataron el cuerpo, lo enterraron y luego lo trasladaron al basural donde fue hallado. Gracias a la billetera encontrada junto al cadáver, se logró la identificación de la víctima.

Aunque el caso avanza con hermetismo, esta tragedia desnuda una escalada de violencia extrema que interpela tanto a las autoridades como a la sociedad. ¿Qué lleva a semejante nivel de saña? La respuesta podría estar ligada al contexto social y económico que convierte los conflictos en detonantes de actos inhumanos.