Ante la creciente ola de violencia en Rosario, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, introdujo un nuevo protocolo para las fuerzas policiales relacionado con el uso de armas de fuego.

Esta normativa, autoriza a los oficiales a "disparar sin la necesidad de identificarse" en determinadas circunstancias, con el objetivo de enfrentar situaciones de peligro inminente.

El protocolo detalla cinco casos en los que la policía podrá disparar sin identificarse, como cuando la identificación podría aumentar el riesgo para la vida de otra persona o cuando la seguridad de los propios uniformados esté en peligro.

También se incluye el uso de armas en situaciones donde la identificación resulte inútil o inadecuada dadas las circunstancias del caso.

En paralelo a esta medida, Bullrich anunció la adquisición de armas no letales, como las Taser y las Byrna, un arma de fabricación nacional que se asemeja a un pequeño rifle de aire comprimido.

Estas armas se utilizarán inicialmente en lugares como aeropuertos y estaciones de trenes, buscando brindar alternativas menos letales para el control de situaciones de riesgo.

El protocolo, publicado en el Boletín Oficial, establece que el uso de armas solo será permitido en cumplimiento estricto de los deberes policiales y cuando sea estrictamente necesario para el desempeño de sus tareas.

Además, se enfatiza en la obligación de brindar atención médica a las personas afectadas por el uso de armas, notificar a las autoridades judiciales y a las familias, y se asegura que los oficiales que actúen bajo los puntos mencionados no recibirán sanciones.