Caña con ruda: imperdible homenaje del periodista Pico Sanzone a la Pachamama - VIDEO
La tradición de tomar 4 tragos de caña con ruda al inicio del día, todos los 1° de agosto, se ha fortalecido en nuestro país hasta límites insospechados. Tan es así que nuestro querido colega Hipólito Isaac "Pico" Sanzone, decidió enviarnos una serie de videos que logramos unir y editar convenientemente para mostrar su adhesión a dicho ritual.
Si bien su segundo nombre, Isaac, tiene un llamativo significado ("hará reir"), muy lejos está de nuestra intención tomar con gracia o sorna semejante evento de arraigo cultural, generado por el mejor periodista de los últimos 50 años en la ciudad de La Plata, histórico redactor estrella del diario El Día y ahora titular del prestigioso portal Diario Full.
El primer día de agosto en Argentina emerge como una fecha en la que la milenaria práctica de consumir caña con ruda gana protagonismo, atrayendo a un número creciente de seguidores. Esta costumbre arraigada, vinculada estrechamente a la celebración de la Pachamama, se recomienda como un ritual para alejar malos espíritus y atraer buena fortuna.
Según las creencias populares, tomar caña con ruda el 1° de agosto no solo garantiza protección contra la envidia y los males, sino que también propicia salud y fortuna para el próximo año. Esta tradición, enraizada especialmente en el norte y litoral argentino, ha trascendido fronteras y se ha extendido a lo largo y ancho del país.
La práctica ancestral de mezclar aguardiente de caña con ruda encuentra sus raíces en los pueblos originarios de América, quienes reconocían las propiedades medicinales de la ruda para combatir parásitos, malestares gastrointestinales y la irritación de picaduras de insectos. En tiempos antiguos, el mes de agosto traía consigo intensas lluvias y frío, circunstancias que motivaron la creación de este remedio natural como salvaguarda contra los problemas estacionales.
La preparación de la caña con ruda requiere de una meticulosa recolección de la ruda durante julio, seguida de su maceración con aguardiente de caña en un frasco de vidrio durante al menos una semana. Este brebaje se sirve tradicionalmente en la mañana del 1° de agosto, en ayunas, acompañado de siete sorbos, tres tragos o incluso un vaso entero, según las costumbres locales.
La evolución histórica de la caña con ruda revela un cambio gradual desde el uso de licores elaborados con chañar, patay, tunas o algarroba por los pueblos originarios, hasta la adopción del aguardiente de caña durante la colonización española. La ruda, apreciada por sus virtudes medicinales, fue incorporada al imaginario guaraní como un amuleto protector contra adversidades y males invernales.
Aunque la tradición sugiere observar este ritual específicamente el primer día de agosto, se permite un margen de tiempo hasta el 15 del mismo mes para quienes no pudieron hacerlo en la fecha exacta. En Argentina y varios países latinoamericanos, esta fecha coincide con la celebración del Día de la Pachamama, una festividad que rinde homenaje a la Madre Tierra con ritos y ofrendas variadas según la región.
El 1° de agosto, día central de la celebración, adquiere una profunda importancia en el norte argentino, donde se llevan a cabo ceremonias de agradecimiento y ofrendas a la Pachamama. Este evento anual marca un momento para expresar gratitud por los frutos recibidos y para preparar la tierra de cara a nuevas siembras, simbolizando así un ciclo de renovación y respeto hacia la naturaleza.
Horacio Delfín Galán, descendiente del pueblo Kolla, ofrece una perspectiva enriquecedora sobre la Pachamama, describiéndola como una tradición arraigada desde hace milenios entre los pueblos originarios, celebrada como un rito esencial para la armonía con el entorno natural y el ciclo agrícola.
A lo largo de la historia, la celebración de la Pachamama ha experimentado diversas transformaciones y períodos de invisibilidad, especialmente durante la imposición de la religión católica y el dominio occidental. No obstante, su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad en la Quebrada de Humahuaca ha revitalizado y promovido su práctica tanto entre las comunidades locales como entre los visitantes.
Los preparativos para el 1° de agosto incluyen la recolección de alimentos tradicionales como maíz, papas y quinoa, que serán ofrendados a la Pachamama en señal de respeto y gratitud. Esta fecha, junto con la costumbre de tomar caña con ruda, constituye un vínculo profundo con las raíces culturales y el entorno natural de Argentina y los países andinos.
Honrar a la Madre Tierra en el Día de la Pachamama es más que una celebración; es un acto de reconocimiento hacia la naturaleza y sus ciclos vitales, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestro entorno. Este día especial nos invita a reflexionar sobre nuestro papel como guardianes de la tierra y a renovar nuestro compromiso con su cuidado y protección. ¡Feliz Día de la Pachamama!