El cáncer de páncreas es uno de los cánceres más letales debido a su detección tardía y agresividad. Es fundamental conocer los factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de desarrollar esta enfermedad.
Uno de los alimentos asociados con el cáncer de páncreas y otros tipos de cáncer es la carne procesada, que incluye productos como panchos, jamón, salchichas y carne enlatada.
La carne procesada ha sido previamente vinculada con el cáncer de colon, pero estudios también sugieren una relación con el cáncer de páncreas y próstata. Un estudio realizado en el Instituto Karolinska en Estocolmo mostró que por cada 100 gramos de carne procesada consumida diariamente, el riesgo de cáncer de páncreas aumenta un 38%.
El Fondo Mundial para la Investigación de Cáncer (WCRF) recomienda evitar completamente el consumo de carne procesada y limitar el consumo de carne roja para prevenir el cáncer. La alta salinidad de la carne procesada también se asocia con riesgos de hipertensión y enfermedades cardiovasculares.
Además de evitar el consumo de carne procesada, existen otras medidas que se pueden tomar para prevenir el cáncer de páncreas y otros tipos de cáncer, como dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, seguir una dieta saludable y mantener un peso adecuado.
El cáncer pancrático o cáncer de páncreas se cree es un tipo que surge en respuesta a las emociones que se vive; ejemplo, el enojo o el estrés. No obstante, aún no se ha encontrado la relación.
Lo que sí se sabe son los síntomas de cáncer de páncreas que pueden ayudar a detectarlos en su etapa temprana como avanzada.
De acuerdo, a la American Cancer Society, este tipo de cáncer se origina en un órgano llamado páncreas, el cual se encuentra ubicado en la parte de atrás del estómago. En un adulto, su tamaño aproximado es de 15 centímetros.
El cáncer en el páncreas se distingue por una multiplicación excesiva o descontrolada de las células de este cuerpo, lo que da origen a tumores: tumores neuroendocrino pancreático o cáncer exocrino.
El órgano donde se forma es el páncreas, y en ocasiones y en algunas personas, en su inicio el cáncer puede formar un coágulo de sangre el cual se tiende a alojar en una vena grande, como las que se encuentran en las piernas.
La condición anterior recibe el nombre de flebotrombosis profunda, y va acompañada de dolor, hinchazón, enrojecimiento y calor en el área.
El cáncer de páncreas como otros tipos llega a invadir o presionar los nervios cercanos a él. En este caso se puede llagar a producir dolor en el abdomen bajo o la espalda, lo que puede llagar a confundirse con otras afecciones, como es problemas con vesícula.
Detectar el cáncer de páncreas en primera etapa puede ser difícil, ya que la afección no da manifestaciones sino hasta que se encuentra en una estadía más avanzada. Aquí algunos signos que te pueden ayudar a detectarlo, de acuerdo con el Instituto Médico Mayo Clinic:
1- Pérdida de peso y apetito sin causa aparente
2- Dolor abdominal que se irradia hacia la espalda
3- Heces de color claro
4- Orina de un tono muy oscuro
5- La piel adquiere un color amarillo (en la medicina se le llama ictericia)
6- Picazón en la piel
7- Coágulos sanguíneos
8- Fatiga y un diagnóstico reciente de diabetes
Hay que señalar que el cáncer de páncreas de divide en tres diferente: andenocarcinoma pancreático, tipos de cáncer exocrino y cáncer ampular (carcinoma de la ampolla de Vater). Lo anterior puede originar que los síntomas varíen entre persona a persona.
El páncreas se puede ver afectado por otras afecciones, que no siempre terminan en cáncer. Sin embargo, sus síntomas o manifestaciones pueden ayudarte a saber que algo no anda tan bien con este órgano y requiere de ayuda de inmediato.
Alguno de los signos de que tu páncreas tiene algo son: dolor en la parte superior del abdomen, en ocasiones puede ser de inicio repentino y fuerte, u otros más leve pero que dura días. También va acompañado de fiebre, náuseas, vómito y latidos rápidos del corazón.
Al igual que la mayoría de los tipos de cáncer, el de páncreas puede tener tratamiento siempre que se detecte en etapas tempranas. Lamentablemente, no siempre es así por lo que se recomienda que acudas al médico con regularidad.
También es muy importante que no ignores dolores o cambios en tu cuerpo, ya que pueden ser la advertencia que éste utiliza para decirte que algo dentro no se encuentra bien.
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