El reciente lanzamiento de los resultados del Censo 2022 por parte del INDEC permite un análisis comparativo fascinante entre la Argentina de 1869 y la actual, revelando cambios significativos en la distribución demográfica del país.
En el censo de 1869, Argentina contaba con solo 1.877.490 habitantes, mientras que en 2022 la cifra ascendió a 46.044.703, evidenciando un crecimiento poblacional de 25,5 veces en 153 años. Sin embargo, el dato más llamativo es la concentración extraordinaria de habitantes en la provincia de Buenos Aires (PBA) y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), que representan el 44,92% del total del país, frente al 26,36% que tenían en 1869.
Al analizar la distribución de la población en los 15 distritos censados en ambos periodos, se observa que en 12 de ellos disminuyó significativamente el porcentaje de habitantes en relación al total del país.
En 1869, existía un relativo equilibrio en la distribución poblacional entre "el interior" y Buenos Aires. Sin embargo, en la actualidad, solo el 55% de los argentinos vive en el interior, comparado con el 75% de hace 153 años. La provincia de Buenos Aires, que en 1869 representaba el 16,39%, hoy duplica su participación con el 38,15% del total de habitantes.
Este desequilibrio ha generado problemas económicos, sociales y políticos concentrados en PBA y CABA, creando una macrocefalia que afecta la resolución de los desafíos a nivel nacional. El fenómeno de migración interna desde el interior hacia la región metropolitana ha diseñado un país donde los problemas parecen ser exclusivamente urbanos.
En el contexto actual, el federalismo, concebido como un principio fundacional, se presenta como un deseo más que una realidad, y el Estado, en lugar de abarcar a toda la nación, descuida cada vez más al interior para atender las urgencias del conurbano bonaerense, contribuyendo a invisibilizar el resto de Argentina. Este análisis pone de manifiesto la necesidad de repensar la distribución y desarrollo del país en pos de un verdadero federalismo.